Juguetería OH LA LA
La Juguetería OH LA LA está ubicada en calle J.J. Parachú, entre San Antonio y 25 de Mayo. Hace aproximadamente un mes se cambiaron a esta nueva dirección para la comodidad de sus clientes, ya que, en el antiguo local, no les quedaba mucho espacio para exhibir toda la mercadería que podían ir adquiriendo. Por este motivo, hablamos con Paola, su dueña, quién nos pudo contar más detalles de su negocio.
"Hace 7 años y medio que empecé con el negocio. Bien de abajo, con poquito, muy poquito. Fui creciendo a medida que fui vendiendo y con ese dinero seguí comprando mercadería hasta llegar hoy a tener que mudarme porque necesitaba un lugar más grande.Comencé con un poquito de juguetería y de librería. Juguetes es lo que más vendo. En el inicio de clases si se llevan muchas cosas de escuela porque hay mochilas y tengo todo lo que son útiles escolares, pero los clientes llevan juguetes todo el año", contó."Se venden muchas marcas en el comienzo de clases, cartucheras y mochilas de ciertas animaciones, dibujitos, personajes. Las marcas están de moda. En lo moderno soy fuerte, en lo novedoso, en la rareza.Los juguetes se llevan todos los días. En los jardines por ahí hay 4 o 5 cumpleaños por semana y ahí vendo bien. Ahora está re tranquilo igual. Pasé el día del niño, fue bueno pero baja un montón las ventas hasta que empiece Navidad. Y en comparación con los otros años, en este hubo diferencia. Se vio que la gente buscaba mucho precio. Antes los clientes se desesperaban, buscaban todo lo que querían sin importarles el precio, pero esta vez si", detalló.También nos dijo que abrió una juguetería porque tenía ganas de emprender un negocio, la idea principal era poner una tienda de ropa pero como le parecía que había muchas en la ciudad, un pariente le dio la idea de la juguetería y empezó. "Me gustó al idea y me mandé, me largué sin conocer. De atrevida porque no conocía nada, ni marcas, ni negocios donde ir a comprar, nada. Fue de cero ir, caminar, recorrer y ver. Todo era a mi gusto, sin saber que era lo que te pedían, lo que se usaba. Un horror, no sé como hice.Además, tenían tan poca mercadería que pasaba el día del niño o Navidad y a mí me quedaban los estantes vacíos, no tenía para reponer. Era lo que tenía para vender y lo vendía todo. Iba a reponer y siempre podía comprar más con la ganancia. Hoy ya pasa el día del niño y tengo para reponer, por suerte", contó.Con respecto a sus clientes, ella nos dijo que: "yo los adoro porque son re fieles. Siempre lo digo. Con el cambio lo noté más porque nadie me tiró mala onda, sino que todos se alegraban cuando venían. Me abrazaban, me felicitaban y eso me encanta porque ven el progreso.Otra cosa que me encanta, me fascina, es la cara de los nenes cuando vienen con sus padres a elegir algún juguete que quieren mucho. Eso no tiene precio. Es algo muy lindo. Nunca me voy a olvidar en las primeras Navidades que yo pensaba ay, yo fui a comprar eso que van a abrir en el arbolito y esa emoción de la sorpresa y sentir que fui yo quien se lo pudo traer, que fui yo quien lo consiguió y lo compró.O las cartitas de Papa Noel. Yo las guardo y tengo la de todos los años porque esa ilusión con la que las escriben es hermosa. Eso me mata, su chochera. Más cuando hay chicos, que sabes que no pueden comprar ciertas cosas y vienen con los ahorritos y para el cumpleaños en vez de regalo le piden dinero a todos para llegar a comprarse lo que quieren, es re lindo. Ver la emoción de ellos es muy satisfactorio", finalizó.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios