LA INTERFAZ CEREBRO- MÁQUINA:
La época del homo “cyberneticus” o la etapa pos-humana

Existen claros ejemplos de que la inteligencia artificial puede diagnosticar las enfermedades y prescribir tratamientos con mayor precisión que los médicos especialistas. También escribir crónicas a la altura o mejor que periodistas calificados. A Kasparov ya le llegó el momento de perder contra la máquina en las partidas de ajedrez.
Es posible construir una máquina con capacidad sobrehumana para una tarea de extrema complejidad, sin tener que saber nada por sí misma. Parece que: ¡El discípulo superó al maestro! Esto puede lograrse para cualquier cosa en la que exista un gran volumen de datos, para cargarla y luego ella se encarga de lo que sigue.Hoy la mayoría de las solicitudes de empleo solicitan experiencia laboral; esta "experiencia" ha sido el mayor atributo de un profesional. Pareciera que esto ha llegado a su fin. La experiencia era mucho en el "pasado", que es el hoy, pero el pasado no es un buen predictor de futuro con, cambios rápidos. Se reconoce que un subproducto de la experiencia es la falta de flexibilidad. La flexibilidad es uno de los requerimientos de la adaptación rápida a los cambios. Es altamente probable que la flexibilidad gane la por goleada a la experiencia. Es posible que, en el tiempo venidero, los avisos digan: "Se necesita personas sin experiencia dispuestas a aprender y cambiar". En vez de venir llenos de certezas, lo que funcionó en otro momento, el valor estaría en la rápida adaptación a los cambios. Dicen los especialistas que: Mantenernos flexibles, será importante para que la experiencia se convierta en sabiduría y nos potencie en vez de anclarnos. Diría, Bertrand Rusell: El problema en el mundo, es que los estúpidos están seguros y los inteligentes llenos de dudas.La principal barrera para un equipo "máquina-persona", es el ego. ¿Estamos dispuestos a que una máquina sea más que nosotros en nuestro trabajo y nos diga que tenemos que hacer? En la respuesta a esta pregunta quizás esté la clave de que la tecnología no nos quite el empleo, sino que sea nuestra aliada.Esa capacidad de ponernos en lugar del otro crea vínculos de interacción que no se parecen a los de las cosas. Eso es cuando las personas usamos una fuerza poderosa, porque sumamos la empatía.En medicina, las máquinas están muy cerca de superar a los especialistas en el diagnóstico y en la prescripción, pero si se tiene que dar una mala noticia se va a preferir la empatía de los humanos/as.Los puestos de trabajo menos reemplazables serán los que hacen lugar a la empatía, creatividad y versatilidad humana. Si damos los pasos correctos los robots, podrían ser nuestros mejores aliados."La mayor parte de la gente prefiere proteger su sistema de creencias fijándolo.Pero, un barco anclado, no se mueve". Mario Bunge
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