La ilusión de las noticias... la desilusión de las evidencias 1ª Entrega

Estimados lectores, por si cuando salga esta publicación, dentro de aproximadamente 45 días, no se comprende claramente el sentido del aporte, dejo este dato; en el momento de la escritura existe un clima de desconcierto y confusión pleno; por un lado la vuelta a fase uno de ciudades del interior, con la protesta de aquellos a los que comprende y las recriminaciones sobre los meses previos de aislamiento, que hoy parecieran haber sido innecesarios.
Parece existir igual proporción a favor y en contra de las medidas sanitarias, que sobre las medidas de tono político en el país. No siempre se tiene presente, cabalmente, que estamos en el seno de una pandemia sin precedentes, sobre un virus con características singulares; se está aprendiendo sobre la marcha y por enseñanzas suelen interpretarse las opiniones no necesariamente con competencia científica, de conocidas personas. Todo proviene de los medios de comunicación, que informan con diferente claridad y de la emocionalidad de sus comunicadores; los receptores somos personas con cerebros que se comportan con "sesgos" no siempre reconocidos. El "sesgo de confirmación" es la inveterada tendencia a buscar, interpretar y recordar la información que confirma nuestras creencias o hipótesis.
Han empezado a aparecer publicaciones sobre tratamientos de COVID19 que muestran la falta de eficacia que podría esperarse. Con el propósito de disminuir y, si se pudiera, evitar más confusión, intento explicar la racionalidad de ciertas noticias. Comencemos por el uso del plasma de convalecientes para tratar casos de internados con cierta gravedad. Una cosa es la emoción positiva de una notica que enfrenta la impotencia frente a una enfermedad con mortalidad comprobada, y otra muy distinta es una medida terapéutica eficaz y segura.
Respecto del comportamiento de muchos virus frente a esta medida, existe experiencia en el mundo y en nuestro país, pero SARS-COV2 no es un virus más. En un razonamiento por analogía, la utilización individual de carácter compasivo, previa firma de "consentimiento informado" en cumplimiento del principio ético de autonomía del paciente, difiere de la creencia de uso masivo. En el ámbito científico, en revistas biomédicas especializadas, el procedimiento es claro: FDA (Food Drug Administration) de EEUU autorizó el uso con evidencias de pobre calidad, quizás apresuradamente. Primero se comprobó la seguridad = no provocar eventos adversos, pero sin demostrar, todavía, eficacia.
Mientras en el mundo se desarrollaban las investigaciones necesarias para tal comprobación, paralelamente en nuestro medio se entrevistaban a profesionales conocidos que emitían sus opiniones, sin manifestar las evidencias que las sostenían. Por otro lado se instaba a donar plasma, lo que era correcto. Hoy empiezan a aparecer los resultados sobre eficacia, con estudios rigurosos, y ellos no son "tan buenos" como se esperaba. Espero no haber contribuido, involuntariamente, a mayor confusión que la existente y que motivó el objetivo de escritura.
Dr. Bernardo "Cacho" Gandini
"Cuanto mayor es la ignorancia, mayor es el dogmatismo".
William Osler