La Nota Clara – Prof. Eugenio Valiero Energía de Biomasa: origen y usos

En un escrito para El Debate Pregón, el profesor Valiero explica el impacto ambiental de la energía de biomasa y que puede constituirse como una solución parcial a la problemática de contaminación, pero todo depende de “la responsabilidad política, ciudadana y empresarial”.
Si se intenta determinar el origen de la energía de biomasa es posible localizarlo en el fenómeno biológico y químico de la fotosíntesis donde la energía solar es almacenada en forma de energía química mediante la producción de materia (hidratos de carbono) en los vegetales.Cabe aclarar que las diversas formas de la energía en nuestro planeta, provienen todas del aporte de la energía del Sol, tanto sea por su origen compartido en la formación, como por la recepción de radiación electromagnética constantemente. Esta energía produce recursos renovables de múltiples aplicaciones, que en la industria utiliza los residuos forestales y agrícolas.Integra además los residuos biodegradables, residuos ganaderos y residuos agroalimentarios, como son los desechos de producción de azúcar (caña), los derivados de granos, la cerveza, fermentos, los aceites vegetales, la producción de biogás de vertederos y el tratamiento de barros orgánicos en plantas depuradoras.Últimamente se considera de biomasa también a los denominados cultivos energéticos, como pastos y cardos, que generan energías por combustión, y cereales que se utilizan para la producción de biocombustibles líquidos. La tecnología de energía de biomasa se divide según sea para digestión bacteriana, para la obtención de gases combustibles, aplicación de combustión para la quema directa, tratamiento en etapas para obtener subproductos combustibles y otros métodos menos utilizados como son la gasificación y pirolisis (preparación de materiales para aumentar su combustibilidad, sometiéndolos a calentamientos no combustibles).Un sector de producción de energía de biomasa se destina a producir biodiesel, mediante la técnica de transesterificación; o etanol, por fermentación y destilación de jarabes y productos orgánicos azucarados.Este tipo de energía se ha clasificado como de menor impacto ambiental, debido a que los gases de emisión a la atmosfera productores de efecto invernadero -CO2 y vapor de agua, entre otros-, son reabsorbidos rápidamente por los árboles y se considera que la complejidad en los procesos fisicoquímicos por su generación, tratamiento y utilización, es de un grado muy inferior de impacto a la energía proveniente de la industria petroquímica o de combustibles fósiles.La biomasa ha sido la forma primitiva y más difundida de uso por el ser humano desde el conocimiento del fuego y comenzó a ser reemplazada a finales del siglo XVII por el carbón mineral, lo cual dio como saldo la denominada Revolución Industrial. A mediados del siglo XIX dicha revolución fue fortalecida por la utilización del petróleo como base de la industria y desarrollo de los países.Luego de observarse y ponerse en práctica diversas formas de obtención de energía (nuclear, hídrica, fotovoltaica) y de conocerse los perjuicios y límites de recursos petrolíferos, se intenta poner la mirada en energías renovables que resulten "blandas". Ello ha hecho ver a la biomasa como una posibilidad menos agresiva para el planeta y que podría traer aparejadas muchas ventajas y beneficios, cuando su utilización responda a criterios de responsabilidad social y ambiental.En tal sentido, debe señalarse que el Mercado Común Europeo apuesta a la energía de biomasa como alternativa sustentable, viable y limpia; en cuyos países ya se está implementando desde los años `90 con muy buenos resultados. España es el país que, en concordancia con políticas energéticas y de cuidado del medio, ha integrado en un 4% del total de la energía utilizada, la que se obtiene por biomasa.Esta forma de aprovechamiento de los recursos orgánicos introduce mejoras ambientales cuando el tratamiento es sobre desechos sólidos urbanos no peligrosos -ni derivados del petróleo como lo son los plásticos-, residuos agroalimentarios, ramas, hojas, aserrines de aserraderos, árboles y orgánicos obtenidos de la limpieza de bosques para prevenir incendios forestales.Desde el punto de vista de la generación de energía, no solamente se utiliza para calefaccionar agua en las calderas que moverán las turbinas de centrales eléctricas, sino que además la industria de biomasa produce materiales de combustión para estufas hogareñas e industriales y para abastecer la generación de energía eléctrica en pequeñas plantas barriales, en ciudades con poblaciones de menos de 20.000 habitantes y en sectores geográficos donde los recursos naturales son menos accesibles. Para ello transforma la pasta de biomasa en las llamadas pastillas, pelets o astillas de biomasa, que se corresponden en la versión natural con los leños o troncos de leños.Atendiendo a los residuos sólidos que resultan de la combustión de materiales de biomasa, menos del 10 por ciento deriva en cenizas que pueden integrarse nuevamente a la producción agrícola como fertilizantes naturales. Ahí se localiza un beneficio que compite con los abonos químicos tan cuestionables en términos de salubridad. De igual manera, los residuos orgánicos no peligrosos, como son los restos de alimentos, cáscaras de frutos frescos y secos, ramas y hojas de defoliación de plantas y árboles, pueden utilizarse directamente como fertilizante de compost biológico, sin ser reducidos antes a cenizas.Por otra parte, es necesario tener en cuenta que la quema de biomasa en condiciones controladas produce un impacto ambiental menos perjudicial que la quema a cielo abierto y la misma apreciación podría ponerse en paralelo con la creación de digestores o sumideros no controlados (basurales) para la recolección de gases combustibles.Algunos países implementaron un sistema de obtención de energía de biomasa a partir de la incineración, proceso desde donde se genera energía térmica con idéntica utilización pero con la diferencia de que los materiales orgánicos de biomasa son quemados directamente en plantas sin antes someterlos a procesos de transformación significativa. El riesgo es el de la quema de materiales mezclados que representen una amenaza para la salud global de la atmosfera, por ende de la salud humana. La clave para hacer más sustentable y menos peligrosa dicha técnica radica en la solidaridad ciudadana, comprometida con la clasificación de la basura.Por lo visto, la sustitución de la base de origen fósil de la energía por la base de biomasa puede constituirse en una solución parcial a la problemática de contaminación, que mantenga en equilibrio las emisiones y capturas de los contaminantes, su control para reducir la cantidad de los mismos y para dar tiempo al desarrollo de formatos potables para el planeta de energías no contaminantes. Todo depende de la responsabilidad política, ciudadana y empresarial.
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