Cultura Emprendedora
La plata en ladrillos
En nuestra ciudad el flujo del dinero proveniente de excedentes y ganancias generadas por las actividades productivas o de servicios de empresarios locales tiene un destino casi que único: las propiedades. Eso explica la gran cantidad de inmobiliarias que tiene la ciudad y se suman más y más día a día. El corredor inmobiliario pasa a ser nuestro principal asesor de inversiones, porque crecimos con esa idiosincrasia, que la plata es mejor ponerla en ladrillos, que es lo más seguro y que nos provee una renta para sopesar una pobre jubilación o un futuro incierto y negro.
Pero sucede que dependiendo del modelo de negocios inmobiliario que encaremos puede ser fructífero o no para nuestros bolsillos. Primero separemos la paja del trigo, estamos hablando de la inversión en propiedades como oportunidad de negocio, no de la compra de una vivienda para uso familiar.Si el origen de los fondos es un ingreso extraordinario, seguramente vamos a buscar un resguardo de capital, ya que esos fondos no provienen del giro normal de nuestro negocio y por otro lado no queremos quedar expuestos al riesgo de invertir en algo más volátil. Pero debe quedarnos claro que es una inversión conservadora que lo que busca es el resguardo de capital a largo plazo.Otro negocio puede ser, acceder a una propiedad que tiene un valor de mercado superior a su valor de compra, con lo cual hay varias opciones, comprar y quedarnos con un activo con un valor superior a su costo para vender a futuro, para usufructo personal o comprar y vender para quedarnos con la ganancia de la operación, eso sí, descontando los costos de entrada y salida, que no son para nada económicos. Esta operación es más rentable que la anterior pero es más esporádica, no se puede tomar como una operación habitual.Otra operación que esta un escalón mas arriba en rentabilidad puede ser comprar un terreno, construir una propiedad desde los cimientos y venderla llave en mano, obteniendo un margen de rentabilidad superior (en términos de porcentaje) al de haber vendido solo el terreno por un lado o al de haber comprado una propiedad terminada para revender. La variante en este caso es comprar una propiedad deteriorada para aggiornarla y obtener así un margen por su venta o una renta por su alquiler.En un escalón superior y acá ya nos vamos acercando a un perfil inversor están los que invierten en fideicomisos inmobiliarios, pudiendo hacerse de una propiedad a precio de costo y con un plus, dado que este tipo de inversiones generalmente se hacen en lugares con un alto potencial de desarrollo.Lo que dicen muchos corredores inmobiliarios es que históricamente la rentabilidad de una propiedad en términos de alquiler siempre anduvo en torno al 1% de su valor. Esto quiere decir que una propiedad de Gualeguay cuyo valor de mercado sean unos u$s 100.000 debería ser alquilada por unos $ 16.000 mensuales. Pensemos cuan posible es eso dado el mercado de alquileres local y luego analicemos el potencial de renta de una inversión así.Como conclusión queremos decirles que la inversión en propiedades no es ni mala ni buena, solo hay que analizar cada negocio en particular y poder compararlo con otras opciones de inversión que pueden ser más rentables y liquidas desde la disponibilidad de fondos que una inversión inmobiliaria. Sucede que en interior no hay una cultura de invertir en otra cosa que no sea ladrillos, dado que las experiencias de gestión de portafolios inversores, las "financieras" no han gozado de la mejor reputación y han sido un mal de muchos pueblos del interior, no solo de nuestra ciudad. Solo con mayor transparencia y reglas claras, los "ladrilleros" van a empezar a financiar emprendimientos productivos, y ahí podremos decir que el motor se vuelve a poner en marcha.ImpulsarteCultura Emprendedora
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