La segunda ola

El aumento sostenido de casos de Covid llevó a la previsible toma de nuevas medidas restrictivas por parte del gobierno nacional, y, en cascada, a los gobiernos provinciales y municipales.
Las autoridades políticas y sanitarias de los diversos estamentos señalan como principal foco de contagio, y causante del disparo de casos de esta segunda ola, a las reuniones sociales llevadas adelante, principalmente, por los jóvenes sin medidas de precaución.
Al igual que en el resto del país, en Gualeguay pudo observarse de forma particularmente notoria durante las fiestas de fin de año grandes aglomeraciones de jóvenes en la costanera y el parque, como así también en chacras, playas y otros espacios.
Hacía días se venía barajando la posibilidad de establecer un toque de queda o toque sanitario similar al implementado en otros países para tratar de contener esta segunda ola de coronavirus. Sin embargo, a esta altura de la pandemia, luego de 10 meses, el cansancio de la población y la crítica situación económica, fundamentalmente de rubros más afectados como el turismo, la gastronomía y la hotelería, entre otros, venia retrasando una decisión que acarrea un alto costo político, más aun sobre el comienzo de la temporada turística de verano, una de las pocas esperanzas del sector de recuperar algo de lo mucho perdido durante el año.
En Gualeguay, las autoridades venían siguiendo de cerca el preocupante incremento de contagios y consultas, los cuales duplican o triplican los anteriores, según lo informado por los directivos del hospital San Antonio. Así, el sábado de la semana pasada los principales referentes mantuvieron una reunión para evaluar los pasos a seguir y, en principio, alertar a la población sobre este incremento de casos, sus consecuencias, y la urgente necesidad de fortalecer las precauciones para evitar la implementación de nuevas restricciones o el cierre de actividades. De eso se trató la conferencia del pasado martes brindada en el NIDO en el cual la intendente Verónica Berisso llamó a la población a extremar los cuidados, no relajarse y acatar los protocolos, como así también el director del hospital Jorge García, y las demás autoridades presentes.
La inminente implementación de un toque sanitario preocupó con justa razón, a un gran sector comercial, particularmente el ligado al turismo, en plena temporada. La escasa y poco clara información brindada sobre el comienzo respecto a las características que tendría dicha medida, el alcance de su implementación en cuanto a provincias y ciudades y la posibilidad de acatarla o no de las autoridades provinciales y municipales no contribuyó a llevar tranquilidad alguna.
Si bien en la tarde del jueves ya se dio a conocer un esbozo del decreto nacional, no quedaba claro cómo se implementaría el mismo a nivel provincial y las facultades que tenían cada municipio para negarse o no a acatarlo o solicitar excepciones según su situación epidemiológica.
Consultada sobre la posibilidad de establecer un toque de queda, Berisso había explicado en la conferencia que el municipio no tiene la potestad de establecer una medida de esas características si el gobierno nacional o provincial no lo establecían, pero que "seguramente si nación o provincia establecen algo en ese sentido Gualeguay cumplirá lo que establece la entidad mayor".
Asimismo, desde el hospital San Antonio, al igual que desde el resto de los efectores de salud provinciales y nacionales, se alertó sobre la poca capacidad para contener un rebrote sin llegar a un colapso sanitario, como el que afortunadamente pudo evitarse la primera vez.
En ese sentido, Jorge García expresó: "Vemos con preocupación esta alta tasa de aumentos. La mayoría es el grupo etario entre la adolescencia y los 40 o 50 años que son las personas que afortunadamente pueden cursar asintomática la enfermedad, pero ahí es donde tenemos la mayor preocupación, que al ser asintomáticos podemos transmitir a nuestros familiares o personas cercanas que tengan factores de riesgo y es donde vamos a empezar a ver en un par de semanas, seguramente, el aumento de ocupación del hospital".
"Hay una tasa de duplicación, inclusive una tasa de triplicación en la cantidad de consultas al sistema de emergencia en cuanto a los casos relacionados a sospechas de coronavirus, más todos los casos que sabemos por comentarios que no están llegando a la consulta y no están haciendo el aislamiento preventivo en cuanto a su núcleo cercano, familiar, a las relaciones laborales, personas que han estado con algún contacto y que llaman para consultar algo pero que nunca se acercaron al sistema de salud", añadió.
De otro lado, el comienzo de la vacunación también trajo alivio y esperanza, pero dado su escasa incidencia en términos de cantidad de población vacunada hasta el momento, la medida, momentáneamente, no alcanza para relajarse.
Nuevamente, la tensión entre salud, economía y recreación teje una compleja trama de responsabilidades, competencias y posibilidades que promete, en el marco de la segunda ola y en plena temporada turística, más de una novedad.
Rodrigo Cassella