Psicología
Las modas hoy, beneficios y riesgos…5ª Entrega
La naturalización e invisibilización, son dos rasgos que caracterizan a la violencia. Tomar un hecho de violencia de cualquier tipo como normal o simplemente no verlo, es un desafío constante para los y las que trabajan en distintas disciplinas contra la violencia.
La desnaturalización y visibilización de la violencia padecida es imprescindible para poder intervenir desde lo legal, social, médico y psicológico. Esta naturalización no radica en defender directamente al agresor o la intención de ocultar información, sino que la violencia padecida deja consecuencias en el comportamiento psicológico de las víctimas. La violencia doméstica, lamentablemente, se sigue percibiendo como algo aceptable. Lo importante es la detección de los rasgos de violencia de género. Esta clase de ataques, de violencia social, tienen un impacto dirigido a mantener una situación de poder. Vivimos en una sociedad cada vez más globalizada que permite el contacto frecuente con personas con diferentes opiniones, creencias y formas de ver las cosas que ocurren. Por lo general, esto genera un entendimiento entre las distintas culturas, con tolerancia y respeto mutuo, pero en ocasiones puede degenerar en violencia social, estando en algunos casos en oposición directa con las propias creencias y la percepción de una desigualdad o la pérdida de poder social. Se entiende por violencia social todo aquel acto con impacto social que atenta contra la integridad física, psíquica o relacional de una persona o un grupo, siendo dichos actos llevados a cabo por un sujeto o por la propia comunidad. En general, el objetivo de la violencia social es la obtención o mantenimiento de poder y estatus social; puede originarse en contextos muy diversos, siendo estimulada por una gran cantidad de factores; algunos de dichos factores son:
.-Percepción de desigualdad o inequidad, necesidad de recibir el mismo trato.
.-Amenaza a la propia posición, peligro del propio estatus para mantenerlo, se puede comprometer el bienestar de minorías.
.- Educación rígida y restrictiva, personas con incapacidad de flexibilizar puntos de vista; se considera la forma de hacer acostumbrada como la única. Menosprecio a lo diferente
Dentro de los grupos vulnerables u objetivo frecuente de violencia social, se hallan: infancia, discapacitados, mujeres, clases populares, inmigrantes, minorías étnicas o religiosas y la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transgénero y Bisexuales). Suele ser aplicada contra minorías, oprimidas pero que han aumentado su aceptación, poder y derechos. La violencia social, a menudo es minimizada, a través de habituación, insensibilización, invisibilización y normalización. Estos mecanismos provocan que la población se despreocupe respecto de los actos violentos, estamos acostumbrados a recibir noticias de agresiones, violencia o bajas debidas a guerras y desastres naturales. Con el fin de evitar la repetición es necesario reconocer y luchar contra los mecanismos que la provocan, y procurar que dichos actos de violencia no sean tapados ni ocultados, sino reconocidos y combatidos.
“Las mañanas son más soleadas si nos encontramos con una sonrisa amiga”
Anónimo
Dr. Bernardo “Cacho” Gandini