Lila Costa: "lo que más me gusta es que la gente viene con una sonrisa y se va con una sonrisa"
CandyGuay es un nuevo negocio de nuestra ciudad que abrió sus puertas en marzo del corriente año. Es la primer caramelería de esta localidad. Está ubicada en la intersección de calles J.J Parachú y San Martín (51).
Sus horarios laborales son de lunes a jueves de 7:00 hs a 13:15 hs y de 16:00 hs a 22:00 hs. Luego, los viernes abren de 7:00 hs a 13:15 hs y de 16:00 a 2:00 hs. Los sábados de 8:30 hs a 14:00 hs y de 16:00 hs a 2:00 hs. Y los domingos de 11:00 hs a 14:00 hs y de 16:00 hs a 23:00 hs.Su dueña, es Lila Costa y junto a su familia, y algunos empleados, llevan adelante este nuevo emprendieminto. Ella es Licenciada en Bromatología y recién recibida, con sus dos hermanos, decidieron emprender "La Abuela Mecha". En principio nació como una fábrica de caramelos de dulce de leche porque vieron que no había unos buenos dulces artesanales en el mercado.Eso fue lo primero que comenzaron a elaborar. La fábrica la instalaron en San Martín, en Villa Maipú, en una zona residencial industrial. Está allí porque, si bien sus padres eran de Gualeguay, ella no nació acá. Vino en la adolescencia y al terminar la secundaria se fue a estudiar. Se fueron a vivir a Buenos Aires y por eso la empresa se creó ahí.Ella se encarga de toda la parte técnica y legal, de lo que es inscripción de productos y la parte administrativa, Su hermano mayor, Ricardo, es estudiante muy avanzado de Ingeniería Electrónica, desarrolló muchas de las máquinas y se encarga de estar en producción. El menor de los tres, es el que se encarga de la comercialización.En la época del 200 hubo un proyecto donde había salido la aprobación, a través del Consejo Federal de Inversiones, de poder instalar la fábrica acá. Se comenzaron a realizar los cimientos y llegó la crisis, así que ese proyecto finalizó ahí. Lo que sí hacen acá, son las cajitas de madera. Tienen un taller de carpintería en su chacra y ahí las fabrican, porque tienen mejores contactos acá para conseguir madera."Hace 10 años nos vinimos a vivir acá. Yo viajo constantemente a Buenos Aires. Los días que estoy en la ciudad, trabajo desde conectada por medio de la computadora y otros sistemas, pero estoy dos o tres veces a la semana en Buenos Aires. También depende la fecha, si es pascuas, navidad y esos momentos especiales del año me quedo más días porque es un hecatombe la fábrica", contó Lila."La idea de este negocio, nació porque justamente, hace 12 años, comenzó el boom de las golosinearías. Nosotros abastecemos a todo el país. La mayoría, el 90% de las tiendas de golosinas son clientes nuestros. Son tiendas que generalmente trabajan por color, para cumpleaños, para souvenirs, para casamientos y abastecemos justamente eso debido a que tenemos, en la fabrica, una amplia variedad de bombones de frutas de colores.Si bien el país es grande, somos pocos los productores, nos conocemos entre todos y no hay otro que haga lo que hacemos nosotros. Si bien no dejamos de hacer la parte artesanal, buscamos tener una producción más grande y lograr una muy amplia paleta de colores. A su vez son muy ricos los productos, porque trabajamos con materias primas de primera calidad.Empezamos con los tradicionales caramelos de dulce de leche, luego hicimos de maní, de coco. Después sumamos las pasas, figuras de chocolate, turrones, los bombones de frutas. Trabajamos con el mejor laboratorio de esencias que hay en el país, que son materias primas importadas, excelentes. Además, elaboramos los bombones con pectina en vez de gelatina, es un poco más caro pero hace que el bombón dure más y sea mas tierno, blandito.Nosotros, a su vez, les elaboramos a muchas fábricas. Ellos los venden los productos como si fuesen de ellos, como los caramelos y bombones envueltos en papel celofán transparente. Como Bonafide, La Casita del Bosque... En Bariloche hay muchas fábricas con cosas que en realidad son nuestras", relató."El 90% de mis clientes tienen caramelerias. Acá en Gualeguay no había ni una tienda de golosinas. Entonces bueno, eso de que uno pueda venir, servirse y elegir que es lo que te queres comprar, que tenga variedad. Todo el tiempo estamos incorporando cosas nuevas. Esta semana trajimos regaliz de sabores tropicales que no había, los de uva. Trajimos alfajores Havanna. Incursionamos con el tema del café que acá no había, para que la gente pueda comprar café recién molido, de buena calidad.Por eso, la idea nace de poder ofrecer algo distinto, salir de lo que es un kiosko. Ofrecer una tienda de golosinas, que puedan elegir los colores que quieran. Muchos eligen así para cumpleaños y demás. Si querés una gama de todos los rosados, acá los podes conseguir.Lo que es regalería, es algo distinto. Hacer regalos más personalizados. Hay muchas marcas. Y en Buenos Aires tengo la posibilidad de comprar en muchas marcas distintas cosas distintas. La gente viene a buscar mucho para regalos. Una cartuchera llena de golosinas, por ejemplo. De repente buscan peluches con una cajita para sus parejas y es hermoso. Y a las personas les ha gustado mucho como se arman los regalos y los detalles. Siempre hay una fecha linda para obsequiar algo", dijo."Mi objetivo es que esto tenga mucha vida, mucha luz, muchos colores, que esté repleto de cosas el negocio. También estamos buscando las cosas que se vendían antes, se está consumiendo mucho. La novedad, lo que salió ayer en la tele hoy ya está acá.Además, a los muebles los diseñamos nosotros. Quería que todo sea original. Ahora vamos a poner más luces porque para mí le siguen faltando. También, alago más que ofrecemos, es cotillón, armamos bolsitas para los cumpleaños y tenemos un Candy que es un carrito golosinero para llevar a las fiestas, armamos mesitas, para 15, casamientos, bautismos...Con respecto a la clientela, por suerte, tuvimos un muy buen recibimiento.Se ha hecho algo muy lindo. La gente está tranquila y contenta. Se sienten en confianza porque vienen derecho a servirse, super relajados. Y me encanta ver a los chiquitos que vienen y aman esto, dicen que es Disney. Me llena, me emociona mucho la carita de los nenes o la gente grande que viene y se sacan fotos, me piden permiso y por supuesto que pueden. Un día vino una chica que cumplía 15 y también, me ponen muy contenta.Lo que más me gusta, que me emociona mucho mucho mucho, es que la gente viene con una sonrisa y se va con una sonrisa... Hace 5 años perdí a mi hijo mayor y por ahí eso, que la gente venga con buena honda y demás es como una caricia al alma.Hace 5 años íbamos a poner algo así frente a Burlot, lo habíamos planeado para agosto, pero después pasó lo que pasó y suspendimos todo. Pasó el tiempo, nos repusimos como se pudo, pero el dolor siempre está. Por eso, que la gente venga así, con esa buena honda infernal y que les guste tanto esto, es algo único ", contó Lila muy emocionada.
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