112 Aniversario de El Debate Pregón
“No permitamos que nos manipulen en cuestiones verdaderas de la vida”
Vivimos enajenados por anuncios comerciales y demás novedades que socavan nuestros valores, potencialidades y habilidades verdaderos. En nuestra sociedad subyace un sinfín de convencionalismos que conspiran con las verdades eternas. Las propagandas de empresas reconocidas mundialmente nos bombardean con mensajes subliminales, por ejemplo, con aquellos que nos dan a entender que dado “no valés gran cosa” tenés la posibilidad de adquirir el prestigio que necesario luciendo tal o cual producto, o mejorar tu conducta o actitud en la vida a partir del consumo de determinada marca. Lo cierto es que todos nacemos con valores infinitos e invaluables, que no se compran en ninguna tienda o “call center”.
Nuestro valor como personas, dignidad y calidad humana se cultivan a partir de valores genuinos, tales como la honestidad, el respeto, la tolerancia, la generosidad, el amor, la humildad, el compañerismo, la la empatía, la solidaridad. Sin embargo, algunos parecen haberlos olvidados o consideran pasados de moda, al tiempo que solo privilegian lo es afín a sus intereses, llenando sus vidas de lujos o "máscaras" para ir "ascendiendo" en sus proyectos de vida. Lo verdadero, lo legítimo es vivir de acuerdo a convicciones e ideales indelebles, esos que nos permiten sonreir cada vez que alguien nos mira. Uno es lo que irradia, más que un nombre, una imagen o una posición social. Lo que uno desee lograr en su cotidianeidad, sea una meta pequeña o grandes propósitos, se concretará a partir de méritos propios; sin dejar de obviar que los triunfos generalmente se consiguen cuando se suman los afectos, compañeros de equipo, allegados leales, que contribuyen consecuentemente a ese éxito. Por lo tanto, es una falacia que deba consumir lo que tan atractivamente se anuncia para convencerme que, dado que no soy tan bello, ni fuerte, solo adquiriendo determinado producto saldré de la mediocridad. También solemos encontrarnos con personas pesimistas que nos instan a pensar que nuestra lucha es inútil, que somos víctimas del Sistema. Sin embargo, es oportuno tener siempre presente que nuestro potencial es ilimitado, o casi, pero es una cuestión que tiene una ínfima difusión por parte de los megamedios, incluyendo el fenómeno de las redes sociales. Contantemente vivimos indefensos a la exposición mediática de absorber estereotipos ideales para obtener éxito, entre los cuales pueden mencionarse: la belleza física, la fortuna, el poder, la fama. El mensaje subliminal que se emana desde los programas de televisión, por ejemplo, radica que para ser exitoso en la vida justamente en que serás alguien en la vida a partir de ser modelo publicitario, escultural o simplemente saliendo en la tele para obtener un reconocimiento inmediato. Otra cuestión que está muy extendida y promocionada es el hecho de rendirle honores a los días viernes. Sin dudas que para muchos es el último día de la semana laboral y tiene sentido especial, a sabiendas que se acerca el fin de semana para el descanso y la recreación. Me parece perfecto; ahora bien, particularmente me gusta agradecer a Dios que hoy sea hoy, y que cada día se me presenten nuevas oportunidades para alcanzar mis metas y el verdadero sentido a la vida. Entre los mitos que socaban o inhiben el potencial de las personas es el que radica en que el mundo gira alrededor de los jóvenes, que solo ellos pueden y tienen derecho a todo. Indudablemente que tienen más bríos para muchas actividades y también es cierto que son el blanco del Sistema para explotarlos desde el consumismo. Al rendírsele pleitesía y honores a la juventud, luego muchos jóvenes se desaniman alrededor de 25 años de edad por sentirse "viejos". La verdad eterna es que, con la ayuda de Dios, con actitudes y pensamientos positivos y conocimientos, nunca es tarde para conocer, aprender y disfrutar de nuevas y renovadoras experiencias. Existe otro convencionalismo que "sobrevuela" en la sociedad, que indica que "debemos actuar en contra de los otros, tomando ventajas ilegítimamente, antes que ellos lo hagan contra tuya". La verdad es infalible: "trata a los demás como te gustaría que te traten". Por otra parte, y debido a que vivimos en una sociedad exitista, que solo interesa ganar o ganar, sin importar quien se ubicó segundo en cualquier competencia; entonces, el mensaje es: tenemos que "aplastar" a los rivales, escalando sin importar la manera deshonesta que utilicemos para obtener ese preciado título que queremos tener en nuestras vitrinas. Una situación curiosa puede observarse en los torneos de fútbol infantil, no pocos padres pierden sus cabales gritando a sus hijos para que sean más vehementes al tiempo que injurian a los árbitros cuando los fallos no les son favorables. ¿Qué hacen los niños? Cuando termina cada partido se saludan y luego siguen divirtiéndose, demostrando una actitud madura y espontánea.Cultivar los verdaderos valores depende de una disciplina diaria; si deseamos ser mejores personas ello requiere que todos los días tengamos alguna cuestión que corregir o que mejorar. Podemos consideramos buenas personas, pero si no buscamos modificar las malas actitudes de manera cotidiana, dejamos de serlo. Tenemos que ser consecuentes a nuestros ideales, a lo que elegimos, más allá de que nos equivoquemos. Ser uno mismo significa que tenemos que ser conscientes, libres y responsables.
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