Pablo Cosso: “Soy nadador de toda la vida”
Dialogamos con el nadador de aguas abiertas Pablo Cosso quien nos comentó las innumerables travesías que ha realizado en este deporte, entre ellas el cruce del Estrecho de Gibraltar y del lago Nahuel Huapi.
"Yo empecé a nadar en la pileta que tengo en mi casa que fue construida en el año `58 y esa pileta fue la que me transmitió la pasión por la natación y también la magia que tiene el río Gualeguay, el puente de Paso de Alonso, la magia de Puerto Ruiz, todo tiene una magia que nos enamora, nos atrapa y uno quiere estar en ese lugar haciendo lo que le gusta. Empezó como un hobby en carreras que se hacían aquí en el puente viejo al balneario municipal que las hacía el Negro Lescano y a partir de ahí uno empieza a soñar cosas más importantes. Después yo mismo intenté algo de mayor distancia y empecé a entrenar, a largarme de un punto y llegar al otro y después me fui a Santa Fe a un curso, yo en ese tiempo estudiaba de profesor de educación física, me fui a Santa Fe y ahí conocí al que después sería mi entrenador, Tedi Quintana ,y él me dijo que había un torneo en Santa Fe que resultó ser el Torneo santafesino de Aguas Abiertas que fue la puerta de ingreso al mundo de las aguas abiertas de mediano a alto rendimiento donde empecé a ver realmente lo que era el deporte y me empecé a vincular con figuras de la natación y me fui entusiasmando porque era como que uno empezó a codearse con los número uno de la natación de aguas abiertas".En cuanto a las numerosas travesías que ha realizado, Pablo comentó: "Durante muchos años, más de diez, estuve participando del torneo santafecino de aguas abiertas y, en el medio, algunas travesías importantes de las cuales hasta el día de hoy son record para Gualeguay como fue Fray Bentos- Gualeguaychú, después fue Gualeguaychú - Fray Bentos que es al revés y es mucho más largo, son 10 horas 10 minutos. Antes de eso he nadado desde el puerto de Gualeguay hasta la boca en 11 horas y 20 minutos y antes lo que hizo Facundo Olivera y Lautaro Lasagna los otros días, Paso de Alonso - Puerto Ruiz, que son aproximadamente 40 kilómetros. Hice un montón de desafíos cada vez más grandes y uno empieza a ser parte del ambiente de aguas abiertas. Soy nadador de toda la vida".Cruce del lago Nahuel Huapi y Estrecho de Gibraltar"En tres oportunidades crucé el lago Nahuel Huapi. Eso tiene para mí algo especial porque es una de las pocas carreras que me produce algo como ninguna otra, llegás con una emoción inmensa, las tres veces me pasó lo mismo, donde hay que soportar el agua fría y el viento y uno tiene que tener un gran sentido de la orientación porque es sin guía así que tenés que tener un gran sentido de la orientación, es una de las pocas carreras que se hace sin guía", relató Cosso. Otro de los grandes desafíos en los que participó fue el cruce del Estrecho de Gibraltar, al respecto el nadador contó que: "El Estrecho de Gibraltar fue lo máximo para mí, para nuestra ciudad y nuestra provincia porque hasta el día de hoy, estadísticamente, Gualeguay tiene al único nadador que cruzó el Estrecho y el único entrerriano. En aquél momento, en 2004, que se cumplieron diez años ahora, yo fui el noveno argentino, así que fue un desafío importante, noveno argentino, 109 en el mundo y primer entrerriano, una estadística que nos dejó muy bien parados y que costó mucho esfuerzo, sacrificio y años de dedicación. Fue el fin de una etapa y el comienzo de otra porque a partir de ahí me surgieron un montón de desafíos y hasta podría haber estado en el Canal de la Mancha".Pero aquí no terminan las travesías: "Otro desafío importante fue Paraná - Diamante que yo lo hice en homenaje a Don Luis Vaccari que fue un nadador de la vieja guardia, él nadó en el año `28 Paraná - Diamante y yo lo hice en homenaje a él y eso también fue un hito para nuestra ciudad también porque recuperamos un record que tenía otro nadador creo que de Victoria. Otra cosa interesante fue poder viajar con todo el grupo a Viña del Mar, Valparaíso, que son 5 kilómetros de aguas muy frías y contra la costa o sea que sufrimos el oleaje. Fue una experiencia espectacular poder viajar con chicos a los que uno les ha transmitido la natación. Nadar en el lago Titicaca también fue otro desafío importante también, la falta de oxígeno en la altura es así como se dice y se sufre pero es una experiencia fantástica. Es un trayecto de siete kilómetros por la Isla del Sol y la Isla de la Luna que es muy místico, todavía hay comunidades de indígenas que nos recibieron y nos hicieron todos los honores. Después hice un montón de carreras, debo haber hecho unas 180, Baradero, San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Colón provincia de Buenos Aires, Colón Entre Ríos, en La Paz, en Santa Fe un montón, en Paraná, y todas son experiencias que en este momento las están aprovechando los chicos a los cuales yo les transmito todo lo que sé".Pablo comentó que en la actualidad: "Yo estoy entrenando muy fuerte, tengo algunos objetivos pero no les he puesto nombre todavía, hay muchos dando vuelta pero todavía no me he decidido por nada. El objetivo que a mí me quedó, fue una espina, en el año `99 cuando no pude cruzar el Río de La Plata que es un desafío muy complicado y tenés que entrenarte para nadar no menos de 12 o 14 horas, lo que significa que tenés que dedicarle mucho tiempo. El nadador de aguas abiertas tiene una característica que para estas travesías largas tenés que haber pasado cierta etapa de la vida donde tenés un balance mental que te pueda permitir soportar estas 12 o 14 horas. Esto quedó como una anécdota, un intento en el año `99, nadé ocho horas y media y me sacaron por tormenta, lo que le ha pasado a infinidad de nadadores, a tal punto que desde el año `26 que se empezó a cruzar el Río de la Plata solo lo han cruzado 19 o 20 personas pero lo han intentado más de 400".Por último el nadador indicó que: "Hoy más que nada me he enfocado en entrenar a Nicolás Gandini que es un chico que está nadando muy bien en aguas abiertas. Pasé mucho tiempo haciendo enseñanza de base, enseñar a nadar, pero ahora prefiero entrenar, ayudar a cualquier chico o adulto que tenga un desafío a que lo pueda llevar adelante. Cuando voy a Santa Fe, para hacer todo lo que he enumerado, siempre necesitaba más de una persona que colabore, que me dedique tiempo, que aporte plata para el proyecto, logística, entonces yo sería un ingrato si hoy viene alguno a pedirme una colaboración y se la negara".
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