27 de Marzo: Día Internacional del Teatro
Patricia Da Dalt: “El teatro nos ayuda a meternos en la piel de otro y comprenderlo mejor”
Gracias a una iniciativa de la Unesco se creó este día en 1961, por el Instituto Internacional del Teatro (ITI), organización internacional no gubernamental en el dominio de las artes escénicas. Por esta razón, después de un breve repaso (seguro incompletísimo), les entregamos las ricas e inolvidables vivencias de Patricia Da Dalt en el teatro, generalmente actuando y en forma excelente desde su adolescencia.
P. Da Dalt: "Guardo en mi corazón cada momento, cada anécdota, cada rostro."Todo empezó en la primaria... Era la figurita repetida de los actos escolares y creo que a las maestras les servía mi pasión, porque organizaba todo con mucha seriedad, aprendía los textos y hasta creo que -¡vaya osadía!- daba algunas directivas en los ensayos.Ya en mi adolescencia, lo que todos conocen: el Encuentro Cultural de la Juventud y mi experiencia en el Teatro Italia, casi un sueño realizado. Allí, mis primeros directores: José Manuel Piaggio, Graciela Saavedra, PitinaOlhaberry, María Elena Pérez Petre, Daniel González Rebolledo, con quienes aprendí el abc del escenario y el respeto al público. Y como telón de fondo, un gobierno militar que, si bien discretamente, seguía de cerca nuestros pasos.Fue una época un poco dura en lo personal, pero éramos jóvenes, muy comprometidos con lo que hacíamos y el teatro nos hacía felices. Guardo en mi corazón cada momento, cada anécdota, cada rostro de mis compañeros con los que creíamos que, aunque no podíamos cambiar el mundo a través del teatro, podíamos mejorar la mirada, meternos en la piel de otro y comprenderlo mejor, conocer pensamientos y posturas diferentes, en una palabra, abrir nuestras cabezas y nuestros corazones.Luego vino la experiencia en Buenos Aires, por un corto tiempo, porque al no contar con la aprobación de mis padres, todo se hizo más difícil. Pero tampoco me desanimé porque continué haciendo teatro acá, que era lo que más me gustaba.Creo que el Teatro también fue decisivo en la carrera a elegir... Ya tenía ese acercamiento a la Literatura a través de los textos teatrales y fue fácil la elección del Profesorado en Lengua y Literatura.En Concepción del Uruguay, donde estudié, tenía conocidos por haber participado en varios Encuentros Provinciales de Teatro y en seguida me acoplé a ellos. Y seguí haciendo teatro mientras estudiaba.Mucho más acá en el tiempo, comencé el Profesorado en Teatro en la ciudad de Gualeguaychú, pero abandoné luego de dos años por algunas diferencias con el proyecto. Es decir, toda mi vida estuve ligada al Teatro y fue muy importante en mi formación. Sólo tengo palabras de agradecimiento a este arte que me ayudó a crecer, a saber quién era, a relacionarme con personas maravillosas (aunque no fueron todas rosas), a desplegar mi expresividad, a sentirme libre, creativa y, fundamentalmente, a conocer y comprender más la condición humana.Mi agradecimiento eterno al público, que me acompañó en cada presentación, siempre, y me alentó a seguir adelante.Como corolario, refiero una frase extraída del Manifiesto de Víctor H. Gascón, presentado en Madrid en el año 2006 y que resume lo que pienso del Teatro:"El Teatro conmueve, ilumina, incomoda, perturba, exalta, revela, provoca, trasgrede. Es una conversación compartida con la sociedad. El Teatro es la primera de las artes que se enfrenta con la nada, las sombras y el silencio para que surjan la palabra, el movimiento, las luces y la vida". ------------------------------------------------(en recuadro)Pitina Olhaverry, Señora del TeatroMañana conmemoramos el Día Internacional del Teatro, y ¿por qué lo celebramos en nuestras Hoja? Sencillamente porque desde que Gualeguay abrió sus puertas a esta forma del arte, lo hizo no sólo con obras y elencos nacionales, sino con textos y artistas internacionales.Apenas me recibí de profesora, tímidamente me incorporé al Teatro "La Escena", que ya tenía una larga y exitosa trayectoria de la mano de Albertina Quintana de Olhaverri, "Pitina", y cuyo escenario era el Teatro Italia y algunas veces el salón del Club Social. En esa época fueron mis compañeros de "tablas" Norma Cabrera, Chela Paredes, Héctor Fauret, Néstor Gamboa, Estela Balbuena, José Manuel Piaggio, entre otros. Nos animamos a obras como "El último de los amantes ardientes", de Neil Simon, "El espíritu burlón" de Noel Coward, "¿Quién le tema a Virginia Wolff?, de Edward Albee.Casi simultáneamente con estas obras se inició el Encuentro Cultural de la Juventud, podríamos decir de la mano del teatro, a la que se fueron sumando rodos las actividades que conformaron este maravilloso recuerdo que considero merece que su historia se escriba, ya que fueron muchos de los artistas locales nacieron y crecieron en él.Los primeros directores de teatro del Encuentro salimos de la mano de Pitina y nos animamos a obras como "A puertas cerrada" y "La Mujerzuela respetuosa", ambas de J.P. Sartre, "Madre Coraje y sus hijos", de Bertolt Brecht, entre tantas piezas, directores y actores que desfilaron en el Teatro Italia.Y siguieron obras y más obras, hasta llegar a nuestros días en que hemos disfrutado del Encuentro Internacional de Teatro en varias y exitosas ediciones.Si bien ya los autores argentinos son los más elegidos por los grupos locales que trabajan con mucha entrega, aunque de una forma diferente, rindo mi culto a esta forma del arte que me abrió las puertas a la vida cultural de Gualeguay y me ha llevado a conocer a maravillosas personas, entre ellas a Patricia Da Dalt, excelente actriz.Prof. Graciela Saavedra
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