NOTA CLARA
Profesor Aldo Riquelme: Adaptarnos para enseñar
Nuevamente dialogamos con el profesor Aldo Riquelme, por estos tiempos rector de una escuela rural en el 8° Distrito de nuestro Departamento. Riquelme esprofesor de Historia y licenciado en Análisis e Intervención de Instituciones Educativas. Varios son los temas tratados.
¿Qué tiempos corren para la Educación?
-Creo que por el momento que atravesamos, y hablo de todas las dimensiones de la vida que se puedan analizar en cuanto a la escuela, diría, como un “título”:Resistir, interrumpir e inaugurar, que no es una frase mía, pero la tomo y profundizo.
¿Debido a qué?
-Por un lado resistir, porque me niego a creer que la escuela deba dejar de ser lo que es; pues no está inadaptada, porque su existencia es para parar un poco la ansiedad del mundo, la velocidad de lo que sucede afuera. De algún modo, interrumpir para poder enseñar cosas que afuera parecen no tener la relevancia de otros tiempos como los valores de respeto, igualdad, democracia y esfuerzo. Inaugurar también porque la escuela invita a pensar como darle a lo actual una alternativa de niños y adolescentes preparados para crear caminos posibles, darnos el optimismo y esperanza de que haya un mundo mejor.
¿Están esos valores, esas acciones?
-Uno de los grandes hitos de la educación argentina, paradigma de la educación en América Latina y el mundo es la universalización, o sea que la escuela pudo asegurar a que todos puedan acceder a la educación primaria o secundaria. En 2006, la ampliación del derecho a la educación y la obligatoriedad de la escuela secundaria generaron condiciones de universalidad educativa, creación de escuelas secundarias con edificios escolares propios.
-¿En qué me baso?... es lo que creo. Pensemos que la escuela está en todos lados. Si te ponés a pensar hoy hay una escuela ya sea inicial, primaria o secundaria en cualquier rincón del país. Ahora traelo a la provincia y pensá en cuántas escuelas se ven cuando andamos por cualquier localidad. Pero vamos a nuestro departamento y fíjate que hay escuelas por todos lados, en cualquier lugar hoy tenés una escuela de puertas abiertas, esperando asegurar el derecho a la educación a amplios sectores sociales, y repito lo de derecho porque no es un servicio, sino un derecho para el acceso a la cultura, a la sociabilidad, a conocer el idioma, reconocer la historia o el valor del pensamiento matemático, o de la naturaleza o de la salud, y así sucesivamente. En todos lados hay una escuela, incluso en el lugar más lejano de las urbes.
¿Se refiere también a la escuela con diferentes modalidades?
-Sí, por supuesto. Otro dato, en cada departamento están las escuelas técnicas y agrotécnicas que además dan títulos técnicos y te forma con capacidades, habilidades y competencias para el trabajo de ciertos sectores específicos. Una necesidad, una escuela y un derecho.
-Sin ir más lejos, yo soy rector en una escuela en el octavo distrito, donde no llega otra propuesta o posibilidad para que los y las niñas de allí se puedan preparar para abrirse un camino, ya sea ahí o fuera ahí. Y así como esta escuela, otras escuelas rurales tienen la capacidad de generar un espacio que asegura el derecho de muchos a transitar la escuela.Sin esas escuelas y docentes, dejaríamos sin derechos a muchísimos gurises y gurisas en zonas muy lejanas.
Últimamente se asocia el hacer hincapié a los derechos y se partidiza todo, ¿o no?
-No se puede medir un derecho con presupuesto, no se puede pensar que la escuela deba ser presupuesto gastado, sino más bien una inversión. Es necesario que las escuelas estén acordes a algunas necesidades sociocomunitarias.Si queremos ciudad, provincia y país con futuro o podemos discutir si hay que “gastar” o no. Me parece un gran error y también una traición a la historia de nuestro país, el cual fue un verdadero ejemplo de educación popular, desde Sarmiento hasta nuestros tiempos.
Volvamos a las escuelas rurales, ¿porqué se disparan muchos temas como arraigos, presencia de vecinos, etc.?
-Definitivamente. Volviendo a las escuelas rurales, hay que pensar que esta es una modalidad que tiene las mismas características en distintos países. No se puede pensar la escuela rural con el mismo formato de la escuela urbana desde la cantidad de alumnos, la asistencia, los tiempos o las formas y estrategias de enseñanza porque su esencia es diferente. Su existencia hace posible que en lugares donde no existe transporte, pueda haber una escuela o donde la distancia de una pequeña población con otras, pueda tener lugar para que los niños y niñas o adolescentes puedan asistir a la escuela, aprender y lograr finalizar los estudios primarios o secundarios. El paisaje donde una haya una escuela cerrada me parece muy triste y desolado.
-La discusión sobre qué escuela tenemos y tendremos creo que es la misma de siempre. El desafío es adaptarnos a enseñar en contextos que cambian a un ritmo increíble. No creo que nos debamos agiornar, sino adaptar algunos formatos de la escuela como los horarios escolares o repensar algunas estrategias para enseñar en tiempos donde la atención de los estudiantes está muy dispersa entre otras cosas por dispositivos como el teléfono. Debemos resistir a lo instantáneo y a lo individual, interrumpir la falsa urgencia y la ansiedad e inaugurar momentos de reflexión sobre la vida en comunidad, el respeto por los otros y por las reglas o el valor y la importancia del conocimiento verdadero y los argumentos a la hora de opinar. La escuela es el último lugar de comunidad que queda y solo resistiendo, interrumpiendo e inaugurando podemos esperar un futuro mejor.