¡Que en verdad reine la paz!
La Navidad no es sólo para esta noche, y de esta noche un ratito y tal vez mañana otro poquito. Es mucho más que eso, es todos los días, todos los meses y todos los segundos del año. Que la Nochebuena sea de verdad en nuestro corazón. Vamos a colgar para siempre la estrella de la humildad donde antes había soberbia; vamos a poner una guirnalda de caridad donde antes había desamor; vamos a cambiar nuestra vida interior fría y apática, por una valiente y plena de autenticidad. Vamos a darle al Señor, lo que vino a buscar en los hombres una noche como ésta hace ya muchos años: limpieza de corazón y buena voluntad. Es el deseo de “El Debate Pregón”.
Seamos verdaderos portadores de la Buena NoticiaPadre Pedro Brassesco¿Dónde está Dios? ¿Dónde habita? Este interrogante ha resurgido una y otra vez a lo largo de la historia. ¿Está en el cielo? ¿Está en un templo? ¿Está en todas las cosas? La pregunta sobre el lugar se responde con un acontecimiento: la Navidad. Dios está con nosotros. Y esto es algo sorprendente, que nos maravilla, algo inentendible para muchos. Dios se hace hombre y así se hace cercano. Tanto que comparte nuestra misma vida y especialmente la de los que más sufren, de los excluidos, de los pobres y marginados. Era impensable que Dios, el Santo, el Todopoderoso, el Altísimo, pudiera estar con nosotros. Sí, Él había estado acompañando a su pueblo de diversas maneras, pero hacerse uno del pueblo, guiarlo desde adentro, poder conversar con Él y escucharlo no estaba en los planes de nadie. Eso es tan sorprendente que el acostumbrarnos a su presencia no debe hacernos perder de vista la maravilla de lo que significa. Navidad renueva ese acontecimiento, lo actualiza. Por eso la Navidad nos invita a imitar a Dios, a hacernos cercanos, pero de verdad. No a través de un mensaje, de una saludo a lo lejos, sino poniendo el cuerpo, como lo hizo Dios. Aunque fue rechazado e ignorado, Jesús vino a traernos personalmente la salvación. No tengamos miedo a ser cercanos, a hacernos personalmente portadores de la Buena Noticia."Que el espíritu navideño nos ponga alas"Una vez más, como siempre, la luz y los buenos deseos invaden nuestros caminos. Parece como si todo se volviese más corazón. Ojalá fuese verdad. Nuevamente nos conmueve que tantos seres humanos sufran la tremenda soledad de la desesperación. Podíamos ser uno de nosotros. Cuántas veces regresamos a nuestro propio hábitat, y nuestra misma especie, nuestra misma familia, tampoco nos reconocen. Por desgracia, para las cosas más importantes no solemos tener tiempo... Andamos ocupados en mil historias que nos conducen a una tragicomedia permanente, donde nadie existe para el otro... Sólo nos afanan las cosas tangibles, el éxito y el triunfo de nuestros proyectos individuales. Por consiguiente, impulsemos que en verdad reine la paz en el corazón de cada uno, para entrar de lleno en la atmósfera de los encuentros, lo que significa un corazón de amor, capaz de amar y de percibir la humildad como señal de acercamiento. Necesitamos transformarnos, renovarnos, convertirnos en personas humanas, en seres liberados de tantas cadenas mundanas... A lo mejor el vínculo que nos une no es tanto de sangre, como sí de respeto y de alegría compartida. Profundicemos en ello. Este espíritu navideño nos pone alas para que así sea. ... Víctor Córcoba Herrero
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