Rubattino
Rubattino: “Octubre es la antesala. El 2027 es ahora”
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La candidata a diputada de Ahora 503 defiende la decisión de disputar la elección por fuera del PJ. Critica con dureza el proceso interno que plasmó el partido pero da por hecho un espacio de reconstrucción del peronismo de cara al 2027, bajo determinadas condiciones. Confía además en la elección que el domingo realice Kicillof en provincia de Buenos Aires. “Creo que esta pesadilla que estamos viviendo se va a terminar. Creo en general en la gente, en los argentinos”, apuesta.
Hacer política la oxigena. La energiza, mientras transita la lucha contra el cáncer, una pelea dura en torno a la cual se hace miles de preguntas. Respuestas que no le alcanzan. Más preguntas. Le explican que el cáncer es multicausal. Pero qué más. Qué en los modos de vida, qué en el medio ambiente, qué en la alimentación, qué impactos en la salud mental, qué explica la estadística de casos en Entre Ríos. En suma, las preguntas refieren a políticas públicas. Hacer con otros un presente mejor, común. Política. Esa construcción común que a Paola Rubattino la vitaliza. Tanto como cuando Salvador, su niño de 12 años, con autismo severo, la mira a los ojos. O cuando se aleja de ella, un poquito, montado en su bicicleta.
En este presente, la dirigente de Gualeguay, encabeza la lista de candidatos a diputados nacionales de “Ahora 503” que lleva para el Senado a Carolina Gaillard, en una alianza del Frente Grande, el Movimiento Por Todos, el Partido Comunista Entrerriano y militantes de Patria Grande.
–Por distintos factores, la elección de octubre parece resumirse a la antinomia Milei si – Milei no. ¿Qué lugar ocupa en esta contienda la propuesta que encabezas junto con Carolina Gaillard?
–Creo que la elección va mucho más allá de la discusión Milei si, Milei no. En un contexto donde hay un desencanto general de la gente, convocar a ir a votar es un desafío más. Por eso, esta antinomia supone un trabajo territorial, bien desde las bases, desde abajo, para poder conversar acerca de qué es lo que está en juego como modelo, como política pública, como Estado; para definir qué Congreso de la Nación queremos los entrerrianos, qué representantes necesitamos. Entre Ríos no es ajena a la agresividad de las políticas de ajuste, a la motosierra. Hay que hablar de lo que nos pasa con los docentes, con los trabajadores, con los jubilados; plantear lo del Garrahan porque el 70% de los gurises nuestros que lo necesitan van allí a tratarse y a salvar sus vidas. Es pensar en la obra pública paralizada, que cada vez se cobra más accidentes; es ver lo que está pasando con los adolescentes, con generaciones que padecen la ausencia de respuestas, situación que explica las estadísticas de suicidios que estamos teniendo. Es una antinomia que tiene que ver con un abanico de situaciones que se van a debatir en el Congreso. Lo que se vota ahora, en octubre, también define el fortalecimiento de la democracia. Es hablar con aquellos que están desilusionados y no quieren ir a votar. Eso sería alimentar la antipolítica. Hay que ir a votar, independientemente del partido que se vote. Como ciudadanos estamos obligados a reforzar los espacios democráticos que han sido vapuleados, golpeados por un Estado mínimo, un Estado gendarme.
–Se eligen cinco diputados, tres senadores. No son tantos cargos los que están en juego. ¿De qué modo se anticipa, en octubre, el debate del 2027 en Entre Ríos? ¿Cómo se piensa, en ese tablero, el espacio que representas?
–Yo creo que hay espacios de poder. No se si pocos o muchos. Pero hay espacios de poder que siempre hay que disputarlos desde ese núcleo conflictivo que tiene que ver con la ética y que no se negocia. Apostamos por legisladores que tengan cabeza, que tengan coraje, ganas de trabajar, que se muestren de cara a la gente, que escuchen lo que los vecinos y vecinas entrerrianos necesitan. Yo creo que las disputas por los lugares de poder no tienen que ver con cargos legislativos, ejecutivos, sino que tienen que ver con la construcción de una estructura que pueda encarnar, representar lo que la gente siente y quiere. Esa, justamente, es una de las dificultades más grandes que hoy se tiene, porque parece que la gente ha dejado de creer en la política, en general.
Drenar el malestar
–¿Cómo fundamentas la decisión de competir por fuera del PJ? ¿Qué representa hoy tu partido?
–El PJ es una herramienta electoral. Faltó mucha autocrítica, solamente se hizo un congreso en septiembre del 2024, ese congreso que parecía como algo incipiente, que iba a ser un congreso de lo unido, donde íbamos a poder decirnos qué nos había faltado, por qué la gente no nos votó, etc. Pero se terminó convirtiendo en la condición para que dos o tres que tienen la lapicera y el poder político definan dejar afuera a un vasto sector de la política, que también es peronista y que tiene que ver más con el sector progresista, kirchnerista. Fueron decisiones tomadas por dos o tres personas, Guillermo Michel (candidato a diputado del PJ) que viene del massismo; los intendentes Rosario Romero y José Laurito; y también Humberto Bahl (candidato a senador del PJ). De ahí salió quiénes serían los candidatos. No hubo nunca un intento de hablar con las bases, con las distintas ciudades de la provincia. Milito en el peronismo desde los 18 años. Gualeguay hace rato que viene siendo vapuleado. Nosotros ganamos las elecciones internas (para la intendencia, Rubattino fue candidata tras imponerse a tres candidatos varones). Ganamos con la lista 45 y en ese momento nuestros compañeros, adversarios políticos, se presentaron y faltaban firmas pero se dio igual la contienda. Al no tener la herramienta de las PASO el peronismo necesita tener un mecanismo para disputar quién conduce y quién acompaña. Después de la derrota de 2023 hubo mucho malestar. Y a ese malestar hay que drenarlo, clasificarlo, hay que organizarlo para volver a construir un instrumento de organización para cambiar las cosas. Y eso no sucedió. Una de las grandes equivocaciones ha sido que la lapicera la tengan algunos dirigentes que se han arrogado un poder que no tienen porque acá estábamos todos en el llano, habíamos perdido en la provincia.
Medirse
Lo suyo, con el PJ, no es un portazo ni mucho menos. Mientras Rubattino se somete a una sesión de inmunoterapia, en el hospital, contesta preguntas sobre la elección de octubre. También se anima a aventurar qué pasará con el peronismo, hoy disperso en distintas expresiones electorales, de cara al 2027.
–¿Hay reorganización del peronismo para el 2027? Hoy distintos sectores disputan la elección bajo esa identidad. ¿Se unen después de octubre?
–Octubre es un poco la antesala de lo que se viene amasando para el 2027. Por eso nosotros tenemos muy buena relación incluso con los militantes que hoy están trabajando con la estructura electoralista del PJ. Tenemos muy buena relación, muy buenos vínculos en el partido. Hoy se está amasando algo que tiene que ver con quiénes van a sentarse en la mesa en el 2027 y cuál va a ser el perfil de provincia que propone el peronismo. El peronismo es un movimiento frentista. Ya lo bipartidario no alcanza para dar cuenta de las complejidades que la sociedad. Mucha gente te dice “espera el 2027, después vemos”. No. Lo del 2027 es ahora. Es ahora, es disputando lógicas, espacios de poder, siendo rebeldes, animándose. La idea nuestra es que en esa mesa no se sienten siempre los mismos, el poder real, el que tiene la lapicera, el que tiene más dinero, el que tiene los contactos. Porque si no las estructuras que son las bases se siguen quejando. Seguimos perdiendo compañeros, afiliados, gente que está decepcionada porque las cabezas evidentemente están como en un lugar de mucha inmovilidad. Hay que empezar a dar de vuelta, a generar espacios que le permitan a representantes, militantes, dirigentes, compañeros, que sabemos que hay en todas las ciudades, que son muy buenos cuadros políticos, que puedan también tener voz, tener voto y saber y decir para qué lado quiere que vaya el peronismo.
“Llamale peronismo”
Rubattino es licenciada en Trabajo Social por la UNER, divorciada, madre de Salvador, de 12 años; de una adolescente, Ernestina, de 16; y una niña, Alfonsina, de 8 años. Cursó estudios de posgrado en la Universidad Federal de Santa Catarina en Brasil, a través de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo. Tiene 48 años y una extensa trayectoria en la función pública como funcionaria del gobierno municipal de Gualeguay, en distintas áreas; como jefa del Programa de Jóvenes Privados de Libertad del Copnaf. Fue concejal, presidenta de bloque, diputada provincial y candidata en 2015 a la Intendencia de su ciudad.
Asumir la disputa por una banca en el Congreso de la Nación es un desafío atravesado por el particular contexto político que supone la conducción de Javier Milei en Casa Rosada. “El gobierno de Milei se mete con los más débiles, con los que menos tienen. Al país lo maneja el FMI que pide déficit cero que pasa por profundizar el ajuste a aquellos sectores de la Patria, de la Argentina y de la provincia, que menos tienen. Ahí es donde vamos a poner el no y vamos a dar la batalla. Vamos a dar la cara, representar lo mejor posible, genuinamente, con verdad, con debate, bien fundado, con respeto. Vamos a dar nuestro parecer y decir por qué no”, resume la dirigente.
“Nosotros, con Carolina, queremos salir a defender a los entrerrianos y entrerrianas. Carolina en eso tiene una coherencia que ya la viene demostrando en el Congreso. Y en el caso mío, cuando me tocó ser legisladora o también ocupando otros lugares en mi ciudad. Siempre ha sido así en nuestra militancia política, llamale peronismo. Hoy, en este frente conformado por muchos sectores para defender al ciudadano de pie, al trabajador fundamentalmente, al asalariado, a los profesionales. No queremos ser el lado Kueider de la vida”, remarcó.
Condiciones
Rubattino reflota su queja con la estructura del PJ. “Faltaron reuniones, faltó ejercicio político, faltó apertura y generosidad. Yo no siento que necesite entrar al partido para hacer política. Se trata de hacer política con el vecino, cara a cara”, reclama y abre la puerta para el 2027.
“Yo creo en la reorganización del peronismo para el 2027. La veo en términos positivos porque viene en caída la imagen de Milei y además confío también en la elección que puede hacer (Axel) Kicillof en Provincia de Buenos Aires. La verdad que yo tengo mucho optimismo de que la gente vote distinto y que vote por tener un Estado que esté presente. Seguramente tendremos que cambiar muchísimas cosas. Pero el maltrato verbal, psicológico y tangible al pueblo argentino tiene un límite. Salvo que nos guste sufrir, creo que la gente va a votar al peronismo. Estoy convencida de eso y como frente político creo que vamos a ser parte de ese lugar y de esa contienda”, enfatizó.
“Creo que esta pesadilla que estamos viviendo se va a terminar y tengo mucha fe que así sea. Creo en general en la gente, en los argentinos. Creo que hay buen corazón y se va a votar distinto”, apostó.
Por: Luz Alcain
Fuente: Página Política