Advierten superpoblación de perros
“Seamos Manada”: un trabajo silencioso que rescata animales y protege a la comunidad

Dialogamos con María Lencina y Vanesa Ocampo, integrantes de la agrupación rescatista “Seamos Manada”. Precisamente este nombre tiene como propósito invitar a la comunidad a integrarse a la tarea en cuestión. Nos compartieron su experiencia diaria, los desafíos que enfrentan y el compromiso que las mueve.
Una ayuda que va más allá de los animales
“Seamos Manada es un grupo que ayuda a la población. Pero no solamente a los animales: también a las personas”, explica Vanesa Ocampo. “Cuando un animal está enfermo, con sarna, con parásitos o con TVT (tumor venéreo transmisible canino), también afecta a los vecinos que conviven con él. Por eso lo nuestro es una tarea de salud preventiva”.
María Lencina, por su parte, recuerda los inicios del grupo: “Nos formamos oficialmente el 20 de junio, pero ya veníamos trabajando juntas desde hacía meses. A Vanesa la conocí por un traslado, y después empezamos a involucrarnos cada vez más”.
Por su parte, Vanesa, aclara: “En mi caso ya hace varios años que me dedico a la tarea de rescatista y ahora hemos conformado una nueva agrupación”.

Territorio sin fronteras
Durante este primer mes de trabajo organizado, el grupo recorrió todo tipo de escenarios: barrios, zonas rurales, e incluso el centro de Gualeguay. “Vamos donde nos llaman. No tenemos un lugar fijo. Si nos avisan que hay un perro en un pub, en una chacra o en el basural, ahí vamos”, relatan.
A pesar de que intentan seguir un recorrido planificado, muchas veces la urgencia las obliga a modificar sus planes. “Tratamos de tener un orden, pero a veces se nos va de las manos. Lo urgente manda”, reconocen.

Realidades duras en el basural y barrios aledaños
Uno de los lugares que más las impactó fue la zona del basural. “La situación es muy dramática. Algunos vecinos no pueden alimentar ni curar a los animales, aunque en ocasiones entregamos alimentos para perros y gatos, y hacemos primeros auxilios y seguimos indicaciones de veterinarios”, dice María.
Vanesa detalla que allí han visto “muchas enfermedades en perros y gatos. Y la gente va al basural con esos animales y luego vuelve con ellos a su casa”. María agrega: “Hay desidia. Abandono en la salud, en los animales y en las personas. En Gualeguay se ha vuelto costumbre dejar perros o gatos en esa zona. Después esos animales se lastiman entre ellos. Vimos perras pariendo entre la basura. Incluso, en un recorrido, vimos un perro comiendo el cuerpo de un caballo muerto, al lado de una casilla donde vive una familia con chicos. Es algo muy fuerte”.
Un problema estructural: la falta de castraciones

Una de las situaciones más complejas tiene que ver con la reproducción sin control. “Hay una señora que tiene más de 50 perros. Se pudieron castrar unos 20, pero todavía quedan más de 30 sin operar. No porque no quiera: simplemente no hay capacidad para castrarlos”, explica Vanesa.
Ambas reconocen y valoran el compromiso del equipo de Zoonosis: “El veterinario, la administración, el chofer… trabajan con muchas ganas. Pero no dan abasto. Faltan más fechas de castración, más turnos, y más caniles. Los que hay, además, están mal hechos: no tienen desagües y no sirven para alojar a los animales”.

Una red solidaria
Además de su trabajo diario, cuentan con un equipo de colaboradores que hace posible lo imposible. “Si no fuera por ellos, no podríamos. Hay personas que nos llevan a los animales, que nos ayudan con los traslados, porque a veces te lleva toda la mañana una sola operación y sus dueños por distintos motivos no pueden estar ese lapso esperando el turno”, explica María. “También nos ayudan con los cuidados postoperatorios o con el tránsito”.

Entre los nombres que destacan están Eve Vallenari —“hace todo lo que hacemos nosotras”—, Genara —“ayuda mucho económicamente y difunde”—, Pedro Fiorotto y Ornella Moretti —“comprometidos como nosotras”—, y Belén Luvric —“nos consigue donaciones y pipetas”. También colaboran las hermanas Imán, Naza y Russa. Tenemos otros colaboradores, pero son muchos para nombrarlos, así que aprovechamos para expresarles nuestro agradecimiento a todos”.

Necesidades urgentes y cómo ayudar
El grupo necesita insumos para primeros auxilios y postoperatorio con indicaciones de veterinarios, como agujas, jeringas, pañales de adulto y chicos, Platsul, gasas, algodón correas, guantes, Pervinox, alcohol, agua oxigenada y antibióticos como cefalexina o amoxicilina. “Siempre trabajamos en consulta con veterinarios. No improvisamos. Cada acción está supervisada”, aclaran.
También están abiertas a recibir colaboración en forma de dinero. “Nos gustaría que la gente pueda aportar 5.000 pesos por mes. Eso nos permite proyectar y saber con qué contamos”, señala Vanesa.

Para contactarse, quienes deseen colaborar pueden buscarlas en redes sociales como Seamos Manada, o a través de los perfiles personales de Vanesa Ocampo y María Lencina, tanto en Facebook como en Instagram. También se pueden comunicar por teléfono al 3435-463956 (María) o 3444-511352 (Vanesa).
Además, necesitan con urgencia hogares de tránsito —personas que puedan cuidar a un animal hasta que sea adoptado—, traslados y, por supuesto, adoptantes responsables. También necesitan colaboradores para que estén a la guarda de los perros en la veterinaria o en Zoonosis para su castración.

Ser manada es cuidar al otro
“Seamos Manada” nació del dolor que provoca ver animales desamparados, pero también de la esperanza de que otro mundo es posible si se actúa con compromiso. “Nuestra tarea no es solo rescatar animales. Es también proteger a quienes conviven con ellos. Hay sobrepoblación de animales, que afecta en algún punto en la salud de las personas y en otros casos hay muchos perros mordedores. Es por eso que es necesario prevenir mediante las castraciones. Es por eso que hay que trabajar por la salud de todos”, concluyen.