Presencia gualeya en apoyo a CFK
"Si ella no se rinde, nosotros tampoco": la voz de Cristina cerró una jornada de movilización masiva
Luna, militante de Casa Compañera y Juventud Compañera, fue parte de la marcha del 18 de junio en Plaza de Mayo en respaldo a Cristina Fernández de Kirchner. Desde Gualeguay, viajó junto a una delegación amplia y diversa. La movilización, pacífica y multitudinaria, tuvo como eje la defensa de “la democracia frente a un intento de proscripción”. Compartimos su testimonio.
“Mi nombre es Luna, soy militante joven de Casa Compañera y de Juventud Compañera. En esta oportunidad, el 18 de junio, viajamos a Buenos Aires desde la ciudad de Gualeguay junto a muchísimos compañeros y compañeras, no solamente de las agrupaciones que confluimos dentro del Partido Justicialista, sino también compañeros y compañeras referentes de barrios, trabajadores de la salud, docentes, estudiantes, referentes de cultura, diversidades, referentes sindicales y gremiales, para lo que fue una jornada histórica. No solamente en defensa de la compañera Cristina Fernández de Kirchner, sino también un acto firme en defensa de la democracia.
La convocatoria y la marcha se dieron sin disturbios. Nuevamente se mostró lo que es la movilización popular: consciente, organizada, unida y solidaria. Vuelvo a destacar que no fue una convocatoria cerrada. En las calles confluyeron todos los sectores del campo nacional y popular, incluso muchas personas independientes, vecinos y vecinas que entienden que lo que está en juego va más allá de cualquier bandera partidaria.
La marcha fue multitudinaria en Buenos Aires. Las columnas colmaban las calles de los alrededores de Plaza de Mayo. En Gualeguay, desde que supimos que se haría algo para el 18 de junio, nos estuvimos organizando solidariamente para poder estar presentes, como estuvimos el día de hoy: con carteles, con banderas, con nuestras convicciones y, sobre todo, para hacernos escuchar.
No solamente se trata de Cristina. Se trata del intento de proscripción justamente a una referente política elegida por el pueblo. Se trata también de un sistema judicial que avanza nuevamente sin legitimidad. Por eso lo que estamos defendiendo hoy no es solo a la compañera o a un hecho puntual, sino también al derecho que tenemos las personas de elegir libremente en democracia.
La jornada, en definitiva, demostró que cuando tocan a uno, respondemos todas y todos. Cuando tocan a una —a Cristina, en este caso—, no vamos a permitir que se avasalle la voluntad popular del pueblo. Y que Cristina no está sola, porque el pueblo está: está de pie, está en las calles.
La historia, en esta ocasión, nos llama una vez más a estar a la altura como militantes. Desde el Partido Justicialista de Gualeguay, desde Casa Compañera, desde Juventud Compañera y todos los demás sectores que nos acompañaron hoy, insistimos en que no hay democracia si hay proscripción. También quiero agregar que no hay democracia sin justicia social, sin memoria, sin participación y sin Cristina, en este caso.
Agradezco mucho la oportunidad del espacio para poder contar un poco acerca de lo vivido. La marcha, una vez que finalizó, se pudo desconcentrar de buena manera, y alrededor de las 21 horas los compañeros y compañeras de Gualeguay que viajamos llegamos todos bien nuevamente a nuestra ciudad.
Me gustaría también agregar lo siguiente. Como si hiciera falta alguna razón más para seguir en la calle: cuando estaba finalizando el acto, que se llevó a cabo a partir de las 14 horas en Plaza de Mayo, llegó la voz de la compañera Cristina a través de un audio prácticamente omnipotente. Nos transmitió claridad, serenidad y, sobre todo, valentía.
La compañera nos recordó una vez más por qué la seguimos diciendo. Justamente porque no habla desde el odio ni desde el rencor, sino desde el compromiso con el pueblo, desde el dolor que —bueno— qué mejor ejemplo que el de ella, que lo transforma en fuerza colectiva. Nos habló una vez más de organización, de conciencia histórica, de no bajar los brazos.
Fue un mensaje que nos abrazó a todas y todos en la plaza, y a la vez nos despertó. Nos dejó una certeza, eso sí: si ella no se rinde, nosotros tampoco”, cerró.