Lic. María Estefanía Picasso
Sugerencias para tener en cuenta durante las caminatas
En esta oportunidad, extenderé mis comentarios sobre la idea que planteaba: “Algunas de las actividades de resistencia aeróbica como la marcha, bicicleta fija, natación, el baile, etc. serían un ejemplo de intervención adecuada para llevar a cabo, dependiendo de los objetivos que se plantee, pero en función de mejorar su salud, es lo recomendable”.
Cuando decimos que es recomendable, me refiero a que organismos oficiales tales como la “Organización Mundial de la Salud”; “Sociedad Argentina de Cardiología”; “Fundación Española del Corazón”, “Organización Panamericana de Salud” sugieren la caminata como una de las actividades recomendadas.
Por otro lado, debemos identificar y reconocer a la marcha o también llamada caminata, como una de las acciones motrices básicas, en pocas palabras, la adquisición de un movimiento muy importante para la vida cotidiana que se inicia aproximadamente a los 12 meses de vida y que permite el desarrollo del ser humanoen los diferentes ámbitos de la vida.
En la actualidad se ve afectada esta acción motriz por la vida misma que la sociedad conlleva. Cada vez que decidimos realizar una tarea diaria, en muchos casos elegimos diferentes medios de trasporte para llevarla a cabo, como por ej. un auto, ómnibus, moto etc. Esta elección está ligada en algunos casos a diferentes factores como por ejemplo el poco tiempo que tenemos, porque nos resulta más práctico, porque estamos cansados, porque hace mucho calor, porque hace mucho frio y así podemos enumerar muchos más.
Según la OMS, hasta 5 millones de muertes al año podría evitarse si la población mundial fuera más activa. En gran medida, la población está informada y al tanto del tema; la OMS explica que en cuanto a las caminatas, y para poder disfrutar de los beneficios, señalan que andar 30 minutos al día, es suficiente para que nuestro organismo obtenga esas mejoras asociadas a esta práctica.
Es importante resaltar que la caminata tiene sus formas adecuadas para hacerlo, en la medida de lo posible, para generar los beneficios deseados. Las tres variables centrales a nuestro criterio a tener en cuenta son la velocidad, el ritmo y el tiempo. La velocidad es importante, tanto es así que lo más recomendable es ir aumentándola semanalmente, mensualmente, etc., en la medida de lo posible. Sobre el ritmo de los pasos, se hace indispensable mantenerlo, para no producir alteraciones bruscas en el mismo. Respecto al tiempo de la actividad, es deseable ir aumentándolo progresivamente para obtener mejores beneficios y resultados.
Quiero remarcar que muchas veces los principios sobre la velocidad, el ritmo y el tiempo de la caminata no se pueden cumplir y tendemos a confundir o llegar a confundir este mensaje; es en este momento en donde los profesionales de la Educación Física especializados en el tema debemos estar atentos, sugerir y fundamentar qué debemos analizar en cada persona-caso en particular; estas recomendaciones deben estar acordes a cada situación propia y específica; estas pautas no siempre van a ser prioridad, sino que debemos respetar las adaptaciones necesarias para que la marcha o caminata de alguna manera sea óptima y pueda favorecer la salud de las personas en general.