…“De todo como en botica…” 6ª Entrega
Recomendaciones para convivir con un mercado laboral cambiante…

Las habilidades blandas, la adquisición de idiomas y la formación inter-cultural (generación de expresiones culturales por diálogo y respeto mutuo) son aliados estratégicos dentro de la forma de trabajos muy cambiantes, velozmente.
La interculturalidad y la diversidad, propone espacios innovadores. La pandemia del COVID-19 produjo una crisis del sistema de salud y, rápidamente, se convirtió en una crisis económica y social que terminó en una enorme transformación laboral; creció el trabajo en el hogar (home office), la reconversión digital fue una necesidad y mostró a los más reacios los grandes beneficios; podemos interactuar con otra u otras personas, aunque estén en cualquier otra parte del mundo; esto es lo que requiere el manejo, especialmente del inglés, habilidades blandas, como flexibilidad y empatía y adaptarse a las innovaciones de distintas culturas, constituyéndose en las estrategias necesarias.
En la era post-pandemia es necesario comprometerse con una vida de aprendizajes y en el manejo de la tecnología, tenemos las herramientas a nuestra disposición. Esto debe combinarse con las habilidades para la relación entre las personas, que se asegura con las capacidades provenientes de la inteligencia emocional y social, que se sostienen con las habilidades blandas (softskill); son ellas las que generan una comunicación eficaz, a través de sentir con el otro/a, aunque no se esté de acuerdo=empatía; también nos ayuda, una adaptación positiva a los cambios= asertividad.
El 85% del éxito o fracaso de una persona en su profesión viene determinado por habilidades interpersonales. Estas son habilidades que se aplican en todos los aspectos de la vida. Una habilidad, que es la comunicación, se aplica al trabajo y en la relación con la pareja/familia/amigos. Son habilidades que se pueden entrenar, mejorar y son definitivamente las que marcan la diferencia en el desarrollo personal y profesional de las personas; ellas conducen a los liderazgos en los niveles de conducción. Un líder del siglo XXI requiere de: una visión compartida, generar confianza, contagiar entusiasmo, saber reconocer, dar ejemplo, impulsar el desarrollo de sus colaboradores y tener un alto grado de inteligencia emocional. La lista, más aceptada, de estas habilidades, incluye adaptabilidad y flexibilidad, creatividad e innovación, pensamiento crítico, liderazgo, inteligencia emocional y aprendizaje continuo; el aprendizaje continuo no es lo que hemos visto, en general, en los profesionales; para esto debemos dedicarnos a lo que nos apasiona. A los abuelos de mi edad, nos cuesta aceptar algunos de estos principios, pero se puede, a cualquier edad, desarrollar habilidades blandas; miremos y aprendamos con nuestros nietos…
La clave radica en cómo usar la tecnología de la forma más eficiente para ayudar a las personas a que sean más productivas, exitosas y felices. Debemos tener la capacidad de escucha suficiente para dar las respuestas que el mercado nos exige.
Dr. Bernardo “Cacho” Gandini
“La sabiduría no viene de la edad, sino de la educación y del aprendizaje”
Anton Chejov