La desigual lucha entre Matías y la cocaína
Cerca del mediodía de un domingo iba en el auto por la ruta. Había tenido misa en una Parroquia, y por la tarde me esperaban para una celebración en otra comunidad.
Un joven que vestía uniforme de trabajo estaba haciendo dedo. Era Matías. Después supe por él mismo que tenía 33 años de edad. Hacía casi una hora que esperaba que alguien lo llevara porque por allí no pasa el colectivo hasta las 4 de la tarde, y él quería llegar a la casa para almorzar con su familia, especialmente con su hijo pequeño de casi 2 años.Me contó parte de su vida y las piedras que tuvo en su camino. Fue consumidor de cocaína desde antes de los 18 hasta los 25 años. Recuerda las mentiras en casa acerca de los estudios universitarios que abandonó apenas empezados en la ciudad de Paraná, pero de lo cual nada dijo durante dos años. Eso lo llevó a pervertir y arruinar casi todas sus relaciones de afecto. Poco a poco se hundió en soledad y tristeza que le proporcionaban autocompasión y engaño, y hasta una falsa justificación de su adicción. Con el correr del tiempo la familia le dijo basta, uno de los desgarrones más dolorosos; la novia, también basta; los amigos, basta; el hospital, basta... y un día Matías también dijo basta, y decidió pelear para dejar de consumir. Había tenido un par de entradas por delitos menores, y de pronto se encontró pactando con algo más grosso y pesado. Entonces se dijo: "no, yo con eso no".Reconoce que esa fue una de las 5 decisiones más lúcidas de su vida. Estaba subido en un tobogán en el cual la velocidad aumentaba y las posibilidades de frenar disminuián también aceleradamente.Se tuvo que esconder porque lo buscaban: unos, para tentarlo; otros, para amenazarlo si contaba algo.Empezó a pedir ayuda y averiguar. Muchas puertas quedaron cerradas. Una persona lo llevó a un lugar que Matías llama "comunidad trucha". "Te pasabas todo el día diciendo Jesús, Jesús, Jesús... y no mejoraba en nada." El tratamiento giraba en torno al canto y la venta de pan. "Los supuestos terapistas y seudo religiosos comían bien, tenían buenos autos, y nosotros vivíamos como podíamos. Una noche los enganché a dos de ellos consumiendo, y me fui." Le pregunté dónde quedaba ese lugar o el nombre, y no me quiso decir.Sin embargo, enseguida lo vincularon con una comunidad terapéutica muy buena. Como era privada, la cuota era imposible de cubrir por la familia y amigos; pero consiguieron una beca de SEDRONAR que les cubrió buena parte del tratamiento. Me aclaró: "Cuando digo familia me refiero a mis tíos y primos, porque mis padres no querían saber nada. Recién hace unos meses me volvieron a hablar"."Salir se puede... pero es muy difícil." "De los 10 jóvenes que nos juntábamos a consumir tres murieron, cuatro están cada vez peor, uno preso, y dos (Matías y otro) nos estamos recuperando con gran esfuerzo."Matías hace cuatro años que no consume. Me identificó como sacerdote y preguntó de qué Parroquia era. Le conté que soy obispo y que estaba de viaje entre dos Parroquias.Me dijo que de adolescente había sido catequista y animador de grupos de chicos. "Fui feliz en ese tiempo, hasta que todo se vino abajo. Capaz que en algún momento me animo y vuelvo. Había empezado a ir a misa cada tanto, pero siento que la gente me desconfía... o tal vez yo siento vergüenza..."Le gusta el trabajo que está haciendo y lo cuida mucho. El cariño por su hijo le es de gran motivación, aunque arrastra fracasos y sufrimientos del pasado que se le tiran como avalancha. Sigue vinculado a un grupo con encuentros semanales en el cual se sostienen mutuamente.Cuántas lágrimas y noches de dolor. Cuánto sufrimiento en familiares y amigos. ¡Cuánto dinero manchado con sangre!Una cantidad creciente de jóvenes son apresados en las redes del consumo sin poder liberarse de estas cadenas de opresión, tristeza y vacío. No demos vuelta la cara. No es un "problema de ellos", esta situación nos aflige a todos.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios