Un grito desesperado desde cada rincón del mundo y del alma
Que el cambio climático afecta a todo el Planeta ya casi nadie lo discute. Tampoco se niega que esto provoca desertificación en unas cuantas regiones del mundo, alteración en regímenes de lluvias en otras, variaciones en las temperaturas en las cuatro estaciones. Muchas veces decimos "el tiempo está loco", pero el clima no tiene la culpa del desatino de algunos poderosos.
Lamentablemente quienes deberían tomar decisiones para dar soluciones a estos dramas, se dejaron llevar más por los intereses económicos que por mirar el bien común de la familia humana.En pocas semanas se desarrollará en París una nueva Cumbre sobre el cambio climático. Será del 30 de noviembre al 11 de diciembre.Obispos y Cardenales de cada continente, haciéndose eco de las millones de voces que se alzan por todos lados, han firmado un dramático llamamiento dirigido a los representantes de las naciones que van a participar de esa cumbre.Entre otros temas, plantean: "Hoy creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. Para los creyentes, esto se convierte en una cuestión de fidelidad al Creador, porque Dios creó el mundo para todos. Por consiguiente, todo planteo ecológico debe incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más postergados". Qué importante es reconocer que en el mundo no hay algunos que tengan más más derechos que otros.Continúa la carta recordando que "el Papa define el mundo como 'nuestra casa común' y, en el ejercicio de su custodia, no debemos olvidar que la degradación humana y social son consecuencias de un medio ambiente deteriorado. Por ende, hacemos un llamamiento para que se adopte un enfoque ecológico integral, para que la justicia social se sitúe en el centro de las preocupaciones, 'para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres' ". Escuchar el clamor es darle lugar en nuestro corazón a un grito de auxilio proveniente del Planeta y de los millones de postergados que transcurren sus días en el filo del dolor y de la muerte. Salvando las distancias y contextos, como expresaba don Enrique Santos Discépolo, "¡soy una canción desesperada que grita su dolor y su traición!"."La Iglesia, al tiempo que lamenta el dramático impacto del rápido cambio climático en los niveles del mar, los fenómenos meteorológicos extremos, el deterioro de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad, también es testigo de cómo el cambio climático está afectando, mayoritariamente de forma negativa, a las comunidades y a los pueblos vulnerables. El Papa Francisco llama nuestra atención sobre el impacto irreparable del cambio climático desenfrenado en muchos países en desarrollo de todo el mundo. Además, el Papa declaró ante la Asamblea General de Naciones Unidas que el abuso y la destrucción del medio ambiente son acompañadas de un proceso incesante de exclusión."Pero la carta no es sólo de reclamo y protesta. También hace propuestas bien claras dirigidas a quienes van a participar de la cumbre. Te transcribo solamente algunas:"1. Tener en cuenta no solo los aspectos técnicos del cambio climático sino también, y sobre todo, los aspectos éticos y morales de conformidad con el artículo 3 de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).2. Aceptar que el clima y la atmósfera son bienes globales comunes de todos y para todos.3. Adoptar un acuerdo mundial justo, motor de un cambio transformacional y legalmente vinculante fundamentado en nuestra visión del mundo que reconoce la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza y de garantizar el ejercicio de los derechos humanos de todos, incluyendo los de los Pueblos Indígenas, las mujeres, los jóvenes y los trabajadores".A esta altura podrás preguntarte qué tenés que ver con algo que sucederá en París. Te propongo un camino muy sencillo. Por qué no llamar por teléfono a los programas de radio que escuchás, escribir a los diarios y plantear tu inquietud para que se hable del tema, se hagan entrevistas a funcionarios del área o especialistas.Y, sin duda, todos podemos acudir a la oración para que se ablanden los corazones, y las decisiones se tomen con la razón puesta en el bien del Planeta, y no con el bolsillo de unos pocos.Volviendo la mirada a nuestro país, en esta semana es primordial informarse acerca de las propuestas que ambos candidatos a la Presidencia de la Nación van explicitando. El domingo que viene, como expresa el lema de una campaña impulsada por la Acción Católica Argentina,"Votá, tu voto vale".
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