Nos acompañan desde el momento en que llegamos a este mundo, son nuestra guía, ese refugio seguro al que tantas veces necesitamos volver.

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A través de su amor incondicional determinan en gran parte lo que somos.

Muchas veces han debido resignar y ceder con tal de estar para nosotros.

Gracias por esa entrega absoluta que sólo se dimensiona a partir del amor más grande, el de una madre a un hijo.

Feliz día de la madre a quienes ejercen ese rol y muy especialmente a mi querida mamá y mi adorada hija.