La ex de Ortega todavía sufre por su... tatuaje

"¡Ay! El tatuaje del amor lo tengo escondido en un lado muy íntimo ¡Mentira! Tengo éste que es para matarse. Después de esto, hoy no me haría ni un tatuaje más", reconoció Ivana Figueiras sin ruborizarse.La imagen en cuestión de la ex de Sebastián Ortega está ubicada a un costado del abdomen con una golondrina y el diminutivo "Sebi", que selló el amor de entonces, creyéndolo eterno.Todo esto, sin embargo, parece haber quedado guardado en un pasado ya lejano y sin retorno."El hombre que venga que se vaya haciendo a la idea", aseguró la muchacha a una revista dominguera para luego asumir: "No estuvo bueno, ahora lo veo en perspectiva. Me di cuenta de un montón de cosas".Volcada de lleno al cuidado de Juana, su hija de seis años y a los diseños de su marca de trajes de baño y ropa interior, la joven dejó entrever además sus dificultades durante el noviazgo en relación a Guillermina Valdés."Fue todo muy complicado, y en un momento decidí salir de ese lugar porque sentí que no me pertenecía. No llegué a involucrarme, no me gusta ser la segunda de nadie", concluyó.