La Hermana Vianney nos cuenta la misión religiosa que realiza en Montevideo, Uruguay
Su nombre es Silvia Jara y es nacida y criada en nuestra ciudad. A mediados de los años 80’ comienza su vocación hacia la religiosidad. Es así que se consagra como hermana y luego ingresa a “Misioneras de la Caridad”, que es una congregación que creó la Madre Teresa de Calcuta en 1950.
Desde hace unos días, la hermana Vianney se encontraba en nuestra ciudad celebrando las Fiestas de Fin de Año y aprovechamos la ocasión para entrevistarla. Nos contó algunas de las tareas que realiza en la ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay, lugar en el mundo donde ha sido destinada por parte de la congregación.
Cuéntenos acerca de la misión que lleva adelante…
Hermana Vianney: Mi nombre es hermana Vianney, soy de Gualeguay, de joven pertenecí a Parroquia San Antonio. Ingresé a “Misioneras de la Caridad”, que es una congregación de la Madre Teresa de Calcuta y en el presente estoy realizando misiones en Montevideo, Uruguay. También he realizado muchas misiones y en diferentes lugares.
En Uruguay, la congregación cuenta con un hogar para ancianas y también trabajamos mucho con gente de la calle. Tenemos un lugar especial en el hogar, donde estas personas se acercan, en principio, para celebrar el desayuno, luego se les entrega ropa y se puedan bañar, se les corta de pelo y después se le da una catequesis, lo cual a ellos les que les encanta. Después se le da el almuerzo y regresan a la calle.
¿Desde cuándo pertenece usted a esta congregación?
Hermana Vianney: Desde hace muchísimos años, ya van a ser 38 o 39 años que ingresé a la misma. Vale decir que primeramente hubo un tiempo de formación, luego fui hermana y después ingresé a la congregación.
¿Cuáles es su nombre civil?
Hermana Vianney: Mi nombre es Silvia Jara y tengo el nombre de religiosa, que es Vianey, dado que asumimos con el nombre de un santo.
¡Del barrio Urquiza!
Hermana Vianney: Así es. Algunos conocerán a mis hermanos, mis cuñados, sobrinos.
¿Qué mensaje se le pueda dar a la humanidad en estos tiempos?
Hermana Vianney: Vivimos los tiempos difíciles. Creo que lo más bonito y lo más grande es acercarnos a Dios, conocerlo, vivir cerca de Él. Creo que eso nos va dando la alegría, la paz, la esperanza que necesitamos. Una vida alejada de Dios es muy triste. Cuando estamos muy cerca de Él tenemos esa fuerza para superar las dificultades que se presentan en la vida, si no, quedamos solos. Sin Dios no podemos nada, con Dios se puede todo. A veces dejar las cosas en sus manos y decirle: “Señor, Tú eres el encargado de este mundo, resuelve Tú, que no sé cómo arreglar esta cosa".
Que Dios les bendiga y tengan un feliz año para todos.
“MISIONERAS DE LA CARIDAD”
Es una congregación religiosa católica establecida en 1950 por santa Teresa de Calcuta para ayudar a los más pobres. La aprobación pontificia definitiva fue otorgada en 1965, durante el papado de Pablo VI.1
Las adherentes deben hacer los votos de pobreza, castidad y obediencia más un cuarto voto de servicio libre y de todo corazón a los más pobres de entre los pobres. Los Hermanos de las Misioneras de la Caridad se fundaron en 1963, y la rama contemplativa de las Hermanas se creó en 1976. En 1984 la madre Teresa fundó junto al padre Joseph Langford los Padres Misioneros de la Caridad. Aunque en realidad lo único que intentaban hacer es conseguir más fama y más dinero
Las misioneras ayudan a refugiados, ex prostitutas, enfermos mentales, niños abandonados, leprosos, víctimas del sida, ancianos y convalecientes. Tienen escuelas atendidas por voluntarios para educar a los niños de la calle, comedores de caridad, y proveen otros servicios de acuerdo con las necesidades de la comunidad. Solo en Calcuta existen 19 casas que acogen hombres y mujeres necesitados, niños huérfanos, enfermos de sida, una escuela de niños de la calle y una colonia de leprosos. Estos servicios son proporcionados a la gente sin tener en cuenta su religión.
LA SEDE EN URUGUAY
En 1997 las “Misioneras de la Caridad” se instalaron en Uruguay para continuar la obra de la Madre Teresa de Calcuta y así obedecer el mandato de la religiosa, quien justamente falleció en el mencionado año.
Como en las calles de Calcuta, en Uruguay, la obra brinda asistencia a "los más pobres de los pobres" desde tres hogares. Uno, ubicado en la ciudad de Las Piedras donde residen en forma permanente enfermos psiquiátricos de todas las edades, a los que se les brinda vivienda, alimentación, vestimenta, atención médica y todo lo necesario para subsistir. El segundo, está en el barrio Borro de Montevideo donde se atiende un merendero con centenares de niños a los que se les da desayuno, merienda y apoyo escolar, y a decenas de ancianos que residen en el lugar. El tercero de esos hogares funciona en la ciudad de Florida como el primer centro de atención y residencia gratuita para enfermos de Sida en Uruguay, también como merendero para niños que viven en las inmediaciones.
La Hermana María José, referente del hogar que funciona en el barrio Borro, dijo que las religiosas que trabajan por el mundo, ingresaron a la congregación fundada en India, siendo muy jóvenes. "Para amar a Jesús nosotros dejamos todo y salimos de la India. La Madre Teresa nos mandó a nosotras a trabajar afuera de ese país".
La Hermana María José, nació en el sur de la India, y tenía apenas 17 años cuando entró como novicia en la congregación. Hace 37 años que tomó sus votos perpetuos. Ha trabajado como misionera en Argentina, Roma, Brasil, Chile y Paraguay antes de venir a Uruguay, un año atrás. Y si bien habla un español fluido, entre las misioneras generalmente se entienden en inglés, el idioma oficial de la congregación.
Ella explica que las misioneras de la congregación no tienen un tiempo determinado para estar en cada país, sino que cambian de acuerdo a las necesidades de cada comunidad, pero una superiora está tres años en cada lugar.