¿Qué es la radio sino locura?
¿Qué es la radio sino locura? Pensar en llegar con la voz, la música, el silencio..., a lugares tan distantes. Acompañar, informar, entretener, educar...
Siendo muy chico (unos 6 o 7 años), me escondía debajo de un escritorio que transformaba en una radio y “transmitía” desde allí. ¡Locura!
Luego vino “FM FANS”, mi primera radio de fantasía… y no tanto: el juego de niño llegó a salir al aire con un micrófono inalámbrico a base de frecuencia modulada, con el que logré transmitir y tener fieles oyentes hasta dos cuadras de mi casa. Es que tenía montado en mi cuarto un verdadero estudio de radio. Es más, no había fecha de cumpleaños en la que no festejara con un programa y una emisión muy especial. ¡Locura…!
Jugar a la radio de adolescente en mi querida Gualeguay natal ya se había convertido en un trabajo: cumplir horario, diseñar una rutina, pasar música. ¡Locura! Radio 100 104.3 Mhz, R3 94.3 Mhz, y tantos otros espacios que se abrieron camino en mi incipiente carrera, con un solo propósito: la “locura” por comunicar.
Finalmente, tuve el honor de estudiar en la mayor institución formadora de locutores de radio: el ISER. Haber alcanzado ese reconocimiento y poder vivir de esta profesión fue otra de las pequeñas “locuras” que la vida me tenía preparadas como regalos que atesoro con gran cariño.
Y quizás esa locura que me sedujo de pequeño por la comunicación, también fue el motor de los primeros: “Los locos de la Azotea”, ayudados por la tecnología pionera del estadounidense Tesla y el italiano Marconi, entre otros.
Enrique Telémaco Susini, uno de “Los locos de la Azotea” nació en Gualeguay, y dedicó gran parte de su vida a la pasión por la comunicación a distancia.
El 27 de agosto de 1920, junto a sus tres amigos “locos” produjeron el milagro. Los llamaban “locos”, ya que la sociedad nunca pensó en ver realizada la obra maestra que estaba a punto de marcar un gran hito comunicacional: desde la azotea de un teatro porteño se transmitió por primera vez una señal, y se escucharon en los pocos receptores ubicados en algunas casas de la ciudad los acordes de la ópera “Parsifal”. Sí, MÚSICA. El arte, la tecnología y la comunicación se estrechaban la mano en un acto fundacional: nacía la radiofonía.
Hoy, estando tan acostumbrados y hasta rebasados de tecnología e hipercomunicación, es bueno saber que los medios no son elementos naturales, y valga el recuerdo y el reconocimiento a los que tuvieron la valentía de demostrar y compartir con el mundo sus pequeñas – grandes “locuras”.
Y será que todos en alguna medida estamos un poco “locos de la azotea”, o quizás para poder llegar entender esta linda pasión, basta con desprenderse de lo imposible, subirse a lo más alto y mirar, conectar algunos cables… y quien dice que no podamos ver las cosas desde otro prisma…
Como Susini y sus “locos” amigos, ansío profundamente que todos tengamos amor y pasión por nuestros sueños y deseos, y que esas “locuras” sean nuestro motor en la vida para que los proyectos se hagan realidad, cada uno desde el lugar que le toque, aún sabiendo que a veces no seamos del todo entendidos.
Y finalmente, que con ellos podamos ayudar a ser de este mundo un lugar cada día más bello para vivir.
¡FELIZ CENTENARIO DE LA RADIOFONÍA!
por Nicolás Fiorotto
Nicolás Fiorotto: Músico y locutor nacional. En la actualidad es la voz institucional de la Red Coral Argentina, la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, y realiza diariamente servicios informativos y spots publicitarios para diferentes emisoras radiales de la Argentina a través de la empresa de contenidos audiovisuales Jota Producciones.