… en aquel Paisaje donde Vivo
El alimento de las plantas en invierno
En esta semana quiero contarles que pasa con las plantas en el invierno. Como todos ya sabemos las plantas en esta época empiezan a demostrar cambios fisiológicos notorios, como ser la caída de las hojas. La semana pasada vimos como el sol, o mejor dicho, la luz, influye en los pigmentos de las hojas y como las cambiaba de color según a cuál de todos afectaba más. Hoy voy a hacer hincapié en explicar que pasa con las plantas cuando empiezan a mostrar tales cambios respecto a su alimentación.
Las plantas en invierno están en periodo de latencia y bajan al mínimo sus funciones vitales para llevar mejor esta época del año tan adversa. Algunas pierden las hojas y otras, sin embargo, las conservan. Ambas fórmulas son medidas de defensa y protección. A pesar de ello, las plantas requieren nutrientes en esta época, así como disponer de los alimentos necesarios para cuando la savia vuelva a circular y llegue la primavera. Cuando nosotros vemos la brotación y floración del arranque de actividad primaveral, mucho antes se han desencadenado otros procesos no visibles en las raíces y el interior de las plantas.Por esto, en el invierno no debemos olvidarnos del cuidado y conservación de las plantas. Una labor fundamental es el abonado, que se realiza en época de reposo porque es tan fuerte que podría quemar las raíces de las plantas si se llevara a cabo en primavera o en verano.Es imprescindible utilizar el producto adecuado, pues no todos los abonos son eficaces en esta época del año.En esta época se necesita un producto que se vaya descomponiendo en los nutrientes básicos de forma lenta, así la planta en cuestión tiene mucho más tiempo de aprovecharlos y absorberlos por las raíces cuando éstas entren en máxima actividad.El abono tiene que dar calor a la planta (así se minimizarán los daños por heladas) y ser complejo, es decir, tiene que incluir los macronutrientes esenciales (NPK), además de otros micronutrientes (Mg, Ca, Fe, etc). También tiene que enriquecer el suelo de materia orgánica, esencial para las reacciones químicas que se dan en los distintos procesos vitales de las plantas.Cabe destacar que con los abonos orgánicos conseguimos:Aumentar la capacidad de almacenar agua en el suelo y reducir las pérdidas en las estaciones secas. Mejoran la estructura y textura de los suelos. El color oscuro del humus permite captar mayor radiación solar y elevar la temperatura del suelo, lo cual es un estímulo para el desarrollo radicular.Descartaremos, por tanto, los abonos químicos de rápida liberación. Por su parte, los de lenta liberación no contienen materia orgánica, así que el mejor producto a emplear en invierno son los abonos orgánicos.Los más clásicos son:Mantillo: producto de textura esponjosa y con alto contenido en materia orgánica. De hecho, las distintas fermentaciones que se producen en él, provocan mucho calor. Su mayor ventaja es su fácil aplicación; sus desventajas, que huele muy fuerte y desagradableEstiércol: es una mezcla de deyecciones sólidas y líquidas de animales, junto con otros productos que sirven de cama. Tiene una textura gruesa y su aplicación al suelo suele consistir en abonado de fondo (antes de siembras y plantaciones). Actualmente hay negocios que distribuyen el estiércol en sacos de más fácil manejo y manipulación.Compostaje: es un proceso de descomposición de la materia orgánica realizado por microorganismos. La materia prima es de procedencia heterogénea (hojarasca, restos orgánicos de actividades domésticas, etc.). El resultado es el compost, abono orgánico con la ventaja de que lo puede realizar cada uno a pequeña escala en su jardín.También existen otros productos derivados de la ganadería y similares, como gallinaza o purines, que tienen el inconveniente de que no están tratados y son muy fuertes y repletos de sustancias extrañas (semillas, patógenos). Si no se aplican con precaución, pueden ocasionar daños a las plantas.Un tema que no hay que perder de vista es el que las plantas caducas por más que no tengan hojas siguen consumiendo agua y por lo tanto nutrientes. Recuerden que las plantas son "bombas de agua perfectas" que toman lo que necesitan y transpiran los excedentes. También es bueno que sepan que los estomas (los encargados de respirar y traspirar en las plantas) no solamente están en las hojas, sino que también en la corteza, en menor densidad, pero están.Bueno, espero que les haya gustado la nota, es interesante y tiene mucho para aprender y deducir.Quiero agradecer a la gente del Diario El Debate Pregón y en especial a Gastón por haber cedido sus instalaciones para dictar la clase de poda el viernes pasado. Fue una clase muy didáctica y llena de preguntas que supimos contestar entre todos. La verdad que agradecido a la concurrencia y este episodio dio pie para dar otra clase abierta el mes que viene. Los esperamos y estamos en contacto.Buena semana para todos!Diego BerardiEsp. en Planificación del Paisaje
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