2013: PRONOSTICOS POLÍTICOS PARA UN AÑO ELECTORAL
Comenzados los primeros días del 2013, no podemos dejar de señalar lo que se vendrá en este nuevo año.Hay dos fechas ya establecidas legislativamente: el 11 de agosto de 2013 serán las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias mientras que el 27 de octubre se ubicarán las elecciones para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio de la Cámara de Senadores.
. Sumado a esto, las provincias de Santiago del Estero y Corrientes elegirán a sus respectivos gobernadores. Es decir que el 2013 estará signado por una fuerte huella electoral que generará polémicas y debates en el mapa político del país, no sólo a nivel actual sino que las consecuencias de lo que suceda durante este año se verán reflejadas en el 2015, ya que dependiendo de lo que ocurra en los comicios electorales del mencionado 27 de Octubre, se abrirán o no las posibilidades para una plausible Reforma Constitucional en donde muchos avizoran una probable maniobra institucional para legitimar la re-relección de Cristina Fernández de Kirchner. Por otra parte, en este año recién inaugurado, seguramente se repetirán muchas situaciones ocurridas durante el 2012. Tales como la dificultad de la oposición para posicionarse como una opción de representación con un liderazgo claro, los enfrentamientos con Hugo Moyano, el desarrollo judicial por la ley de medios o las concentraciones masivas del pueblo opositor como el "8-N". El nuevo año, como ya marqué más arriba, tendrá tensiones políticas lógicas de todos los momentos electorales a lo largo de la historia.Es probable que el kirchnerismo junte en torno de sí a la mayoría del peronismo, dejando a la disidencia del Partido Justicialista en un plano apartado. La oposición tendrá las chances de conformar distintos frentes, siempre y cuando se beneficie de las internas con sapiencia (la UCR es el partido que más necesita un cambio de timón). El 2012 no fue, de ninguna manera, un año perfecto para el Kirchnerismo. Es por esto que, como explica Graciela Römer titular de la consultoraRömer y Asociados, "el Gobierno deberá hacerse cargo de manera inercial de gran parte de los traspiés acontecidos durante 2012. En primer lugar, el problema social. Hoy no hay una situación de hambre en Argentina, como sí lo hubo en 2001. Sin embargo, la inflación carcome las expectativas de los sectores medios, pero también aumenta la irascibilidad de los sectores más bajos, aun siendo asistidos por los múltiples programas sociales implementados por la gestión K. Segundo, el empleo no baja pero tampoco sube sustancialmente el empleo de calidad y la economía informal sigue siendo un problema, especialmente en momentos en que la construcción se ha estancado. Tercero, la ruptura con el peronismo histórico encarnado en la figura de Moyano abrió otro frente de conflicto. Cuarto, el tema de la inseguridad sigue siendo otro frente difícil".Cabe agregar que el 2012, como argumenta Artemio López (líder de la consultora Equis),"fue un año de desaceleración económica, pero se mantuvieron los niveles de empleo y consumo sin cambios significativos, se actualizaron planes sociales un 26 por ciento, jubilaciones y pensiones 25 por ciento y las 1900 convenciones colectivas por sobre el 25 por ciento. Por eso, las preferencias que se vieron en octubre de 2011, de gran hegemonía electoral oficialista y fragmentación opositora, no se han modificado en lo sustancial. Más allá de operaciones de medios y microclimas construidos por diversos analistas opositores al gobierno nacional, los casi 12 millones de votantes que acompañaron al oficialismo en octubre de 2011 no han migrado. Por el contrario, la oposición marcha aún más dividida que en octubre de 2011, puesto que los dos nuevos liderazgos nacionales que aparecen de cara a 2015, Mauricio Macri y José Manuel De la Sota, toman votos del mismo espacio opositor, redistribuyendo las preferencias". Es cierto también que la crisis en los países centrales promoverá un año complicado para la Argentina y Latinoamérica en su conjunto. Por esto, muchos economistas acuerdan que es necesario estimular las alianzas regionales y promulgar el proteccionismo de nuestra producción en relación a las demás naciones. Asimismo, es vital promover acuerdos sociales, disminuir la inflación y desarrollar rápidamente la sustitución de importaciones. Para concluir, debo decir que el 2013 será un año sumamente interesante en materia política, económica y social. Mucho del éxito que pueda llegar a tener la actual gestión presidencial de cara al 2015, dependerá del rumbo económico que tome y de las elecciones legislativas que se aproximan. Nada hace pensar que el oficialismo conducirá al país al mismo desenlace del 2001 (más allá que los grandes medios opositores y sus políticos aliados quieren convencer a la opinión pública de esto). No obstante, es deber del Gobierno resolver urgentemente diversas cuentas pendientes como la alta inflación, el alto porcentaje de trabajo en negro, la actualización del impuesto a las ganancias, la inseguridad o mejorar el control a las grandes multinacionales cerealeras para que dejen de estafar al fisco. En fin, cuestiones que se desenvolverán para bien (esperemos) o para mal en este nuevo año.Julián Lazo Stegeman
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