Cambios en el banco central
La deposición de Federico Sturzenegger del Banco Central de la República Argentina es lógica si se toma en cuenta que su gestión al frente de esta entidad no fue eficiente ni garantizó la sustentabilidad necesaria a la economía del país.
Para graficar acerca de lo que se está hablando y comprender cuáles fueron las situaciones que le dan sustento a la partida del funcionario, considero oportuno establecer algunas de estas cuestiones que complejizaron el andar de la economía nacional. En primer lugar, tanto el aumento de la tasa de interés al 40% como las Lebac (instrumento financiero aplicado por Sturzenegger para retirar pesos de la economía y así alcanzar las metas inflacionarias anunciadas al inicio de la gestión de Cambiemos en Casa Rosada), estuvieron precedidas de un diagnóstico que resultó ser erróneo. Por ende, el resultado no fue el esperado ya que la inflación se disparó y la deuda de las Lebac se tornó en un asunto sumamente preocupante. Por otro lado, pero sin perder relación con el primer punto antes mencionado, existen otros elementos ligados a las reservas, al sector externo y a las divisas extranjeras que otorgaron fundamentos sólidos para la salida de Federico Sturzenegger del Central. Por citar algunos: sacrificio de 8500 millones de dólares de las reservas en dos meses, déficit récord en divisas a lo largo de dos años y medio de gestión en el BCRA, una corrida que disparó el dólar a más de 28 pesos en estos últimos días (por desmanejos monetarios, financieros y cambiarios), la liberación total del mercado de la divisa norteamericana y la desregulación absoluta del movimiento de capitales especulativos sin ningún tipo de planificación eficiente, el contexto argentino de hoy donde el déficit externo actual roza los 5 puntos del PIB, una fuga de divisas que expande esto último a una velocidad acuciante. Finalmente, el auxilio financiero del FMI por 50 millones de dólares para gastos corrientes. Es decir, que se presentaron varias contingencias que hacían notar que el ahora ex dirigente del Banco Central de la República Argentina no estaba realizando su actividad con eficiencia. Estas problemáticas, a su vez, ya venían siendo expuestas por diversos economistas de diferentes escuelas teóricas a lo largo de todo este tiempo. La salida de Sturzenegger y la llegada de Caputo al BCRA buscan brindar no sólo nuevos aires al organismo, sino que también pretende dar señales positivas a los mercados, a las entidades internacionales y al sector externo en su conjunto. En este sentido y para finalizar, vale recordar un último asunto que ya ha sido explicado en columnas anteriores: el medio primordial para mantener estable al proyecto económico del Gobierno Nacional, que estructuralmente exhibe muchos claroscuros por la fragilidad de su sector externo, es el financiamiento del exterior. Sin este sostén, la economía actual de la Argentina no puede estar tranquila. Uno de los ejes alrededor de la designación de Caputo en el Central, gira en torno a esta cuestión.Julián Lazo Stegeman(Fuentes: La Nación, Página 12)
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