El periodista Luis Bruchstein plantea lo siguiente en torno a la investigación que está siendo realizada por el juez Alejo Ramos Padilla sobre una red de espionaje ilegal y extorsión en la que estarían involucrados Marcelo D’Alessio, agentes de inteligencia, fiscales como Carlos Stornelli, periodistas y dirigentes políticos: “la preocupación del oficialismo es Stornelli como principal acusador en numerosas causas contra funcionarios del anterior gobierno. Si avanza esta causa en la que el fiscal aparece relacionado con prácticas extorsivas y de espionaje para quebrar testigos y conseguir pruebas, quedaría en tela de juicio toda la prueba que haya recabado en las diferentes causas, desde la del gas, hasta la de los cuadernos. No es que se caerían las causas, sino que Stornelli debería ser apartado para ser investigado, y las causas pasarían a foja cero”.
La cuestión de tener que indicar continuamente en la Argentina ciertos asuntos que deberían parecer obvio y lógicos en el sistema de gobierno en el cual vivimos, indica que convivimos en una república democrática que todavía no está madura y que necesita ser reforzada continuamente tanto en la sociedad civil como en las cúpulas estatales. A propósito, en este contexto, vale referirse a un concepto fundamental, la división de poderes. "¿Qué es la división de poderes? Es el modelo de gestión democrático que separa el legislativo, ejecutivo y judicial para que actúen de manera independiente y limitada a sus funciones dentro del gobierno. Es considera una de las teorías más importantes del sistema político moderno, y adoptada a nivel mundial en los últimos tiempos. La misma podría describirse como una forma de organizar el Estado, agrupando y dividiendo sus funciones en tres esferas de poder que ejercen diferentes funciones que se complementan en armonía en un buen sistema de gobierno cuyo objetivo es trabajar para el bien de la población y del crecimiento del país. El fin básico de esta división es evitar la concentración de poder en un solo organismo estatal y que por supuesto llevaría directo al despotismo. Dividir la autoridad pública implica anticiparse al peligro que supondría un escenario político anti-democrático, evitando la posibilidad de que uno de los poderes tenga la capacidad de instalar un régimen autoritario." (Fuente: www.definicionabc.com/politica). La causa de los cuadernos significa una oportunidad histórica para desenmascarar largos años de manejos ilegales dentro de la denominada "patria contratista". Esta causa podría simbolizar en el futuro la exposición de la fragilidad de un sistema que funcionó por muchísimo tiempo en nuestro país por fuera de los límites de la ley y que, a su vez, involucra a los eslabones más fuertes de la sociedad: el político y el empresarial. Sin embargo, en estos últimos días todo parece oscurecerse en lo que debería ser, como ya mencioné, una oportunidad histórica en contra de la corrupción. La investigación que está siendo realizada por el juez Alejo Ramos Padilla sobre una red de espionaje ilegal y extorsión en la que estarían involucrados, entre otros, Marcelo D'Alessio y el fiscal de la causa de los cuadernos, Carlos Stornelli, mancha y pone en tela de juicio la credibilidad de este último. En este entorno, la mencionada está siendo desperdiciada como ayuda fundamental para destapar una trama ilegal montada desde hace largas décadas y se maximizó durante el Kirchnerismo. En esta misma línea, el Poder Judicial debería estar al margen de las pujas del Poder Ejecutivo y alineado a las leyes que dispone el Poder Legislativo. Nada de esto parece suceder. La investigación que está encarando Ramos Padilla desnuda un embrollo entre los tres poderes de la república donde no se puede determinar donde comienza uno y termina el otro. Es decir, que la división de poderes no es tal. La causa de los cuadernos estaría pasando de ser un símbolo en la lucha contra la corrupción a un nuevo indicio de que la división de poderes en la Argentina no existe. Lo cual debería generar en los ciudadanos una sensación de pena y angustia por la gravedad del caso. Además, Cambiemos, como Gobierno, en vez de ayudar a corroborar o desestimar las pruebas del juez (sin entrometerse y desde el lugar que le corresponde como Poder Ejecutivo) sólo se dedica a poner en tela de juicio a Ramos Padilla soslayando las pruebas que este mostró en el Congreso en la última semana. En fin, estamos asistiendo a un espectáculo lamentable que nos señala, una vez más, que en nuestro país la república todavía debe madurar muchísimo. En manos de estos políticos y muchos funcionarios judiciales, parece que la consolidación definitiva de este sistema de gobierno es imposible. Como ciudadanos debemos estar atentos y ejercer presión no sólo para exigir transparencia y el fin de la corrupción sino, también, para solicitar que los mecanismos republicanos se respeten a rajatabla.Julián Lazo Stegeman(Fuentes: www.definicionabc.com; La Nación; Página 12; Clarín)