El problema de la violencia en las fuerzas de seguridad
En un contexto complicado, donde la pandemia del COVID-19 lleva a la mayoría de los gobiernos mundiales a tomar medidas de aislamiento y/o distanciamiento social para combatir el virus y que, por otro lado, repercuten negativamente en ciertas libertades de la ciudadanía, es fundamental que los gobernantes a cargo tomen cuidados y recaudos especiales para no vejar aún más los derechos de los ciudadanos en estos delicados momentos.
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Lamentablemente en Argentina, desde el comienzo de la cuarentena se ha expuesto una problemática que acarrea, inclusive, graves consecuencias para la vida de las personas: el accionar de las fuerzas de seguridad y la violencia policial. La desaparición y el asesinato de Luis Espinoza en Tucumán y la desaparición desde hace más de dos meses de Facundo Castro (hasta el momento en el cual está siendo escrita esta columna, la mañana del 9 de julio, aún no se sabe nada de su paradero) en la Provincia de Buenos Aires ubicaron en la agenda mediática nacional un grave problema que cuenta con tantos otros ejemplos. A propósito, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) realizó un relevamiento donde se observa que desde el inicio de la cuarentena, en distintos lugares del país, las policías provinciales y las fuerzas federales reiteraron prácticas violentas, algunas graves como torturas y ejecuciones. A continuación, se detallan algunos de estos casos relevados:● El 24 de mayo, Alan Maidana fue asesinado en Berazategui por Germán Bentos, un miembro de la PFA que actuó con su arma reglamentaria fuera de servicio. El policía -que estaba en su auto particular- recibió un golpe en la parte trasera del vehículo y respondió con 5 disparos. Alan Maidana, de 19 años, recibió un disparo en la espalda. El policía dijo haber sido víctima de un robo, pero nunca hizo la denuncia ni llamó al 911.● El 17 de junio, Facundo Scalzo, de 20 años, fue asesinado por miembros de la Gendarmería, en el Bajo Flores. Luego de una discusión entre vecinos, un grupo de gendarmes persiguieron a Facundo y a otro joven que se encontraba con él. La autopsia indicó que Facundo recibió 4 disparos, dos por la espalda y dos en el brazo.● El 31 de mayo, en Fontana, Chaco, efectivos de la Policía de la provincia irrumpieron, varios de ellos sin uniforme, en la casa de una familia qom. Entraron sin orden de allanamiento, en horas de la madrugada, y los torturaron, golpearon, humillaron.● El 1° de mayo en Río Gallegos (Santa Cruz), Javier Astorga volvía de la casa de su madre cuando se encontró con un control policial. Seis efectivos de Infantería lo detuvieron y lo llevaron a la comisaría 6°. Allí fue golpeado y humillado por su orientación sexual durante seis horas. Cuando recuperó su libertad realizó la denuncia y fue derivado al hospital con hematomas y fisuras en el maxilar y en las costillas.En este escenario complejo, es necesario el compromiso político del gobierno nacional y de los gobernadores provinciales para impulsar reformas de fondo que transformen las prácticas de las policías de todo el país. Para finalizar y con respecto a ésto, el CELS expresa algunas cuestiones a considerar: "Diseñar organismos de control externos y con capacidad real de investigar la actividad policial; producir información estadística y cualitativa, sistematizada y de acceso público, sobre el funcionamiento de las policías (lo que incluye pero excede a las estadísticas sobre delitos); desarrollar protocolos de actuación con criterios claros de intervención policial; revisar los planes de formación y capacitación, así como desarrollar políticas de reentrenamiento en base a los estándares internacionales".Julián Lazo Stegeman
