Razón crítica
La necesidad del respaldo social
La inflación argentina subió 5,3% en junio pasado, según el dato presentado este jueves por el Indec, la oficina oficial de estadística. El acumulado desde enero alcanzó el 36,2%, el más alto desde 1991, y 64% interanual.
El dato de junio ha sido una mala noticia para el Gobierno de Alberto Fernández, que esperaba una desaceleración de la subida del IPC tras el 6,7% registrado en marzo, el 6% de abril y el 5,1% de mayo. La curva se ha dado vuelta en el peor momento, porque las previsiones para julio son las peores: tras la renuncia de Martín Guzmán al ministerio de Economía, hace dos semanas, los precios en los supermercados y el del dólar que se vende en el mercado informal se dispararon (Fuente: Federico Rivas Molina para El País).
Paso en falso tras paso en falso podría ser una sintética y justa metáfora para la gestión del índice inflacionario que está ejecutando el Gobierno Nacional. Mientras a los más vulnerables les cuesta cada vez más llevar el plato de comida a la misa, el oficialismo se resquebraja en sus “internas abiertas “. Pareciera ser que estos administradores del Estado no comprenden que la base de sus contingencias políticas no se resolverán mediante la rosca y los posibles arreglos entre los integrantes del FdT. Estas problemáticas requieren, fundamentalmente, medidas que les permita asegurarse el respaldo social. Esto será imposible si el Gobierno no empieza a oír lo que ocurre en la calle y prosiga en su micromundo que no pasa del Congreso y la Quinta de Olivos.
Lo ocurrido con el ex Ministro Guzmán es un claro ejemplo de los comentado anteriormente. El escritor y periodista especializado en política, Fernando Rosso, plantea lo siguiente: “Pensar que el problema de Guzmán fue la ‘falta de apoyo político' es un error elemental: la base de su crisis fue la falta de respaldo social. La política y las internas tradujeron a su manera esta imposibilidad. Dicho de otro modo: perdió autoridad por ajustar a la sociedad y no por no encolumnar a la dirigencia política. En el razonamiento están invertidas las causas y los efectos. Si Batakis cree que puede hacer ‘guzmanismo por otros medios' o ajuste 'con apoyo político' más temprano que tarde va a chocar con los mismos obstáculos. A excepción de que logre cambiar la relación de fuerzas social del país del empate. El mesianismo político fue una constante en las últimas administraciones: la ilusión de querer resolver en la esfera de la política lo que no está resuelto en el terreno social.
La política desde las bases y el conocimiento de lo que ocurre en la calle es la mejor manera que tienen los funcionarios de entender lo que ocurre en el país. Cuando se omiten estas alternativas y la “corporación pública” se aísla de la realidad nacional para sumergirse en sus problemas particulares es cuando todo se vuelve aún más complicado.
En fin, la inflación está descontrolada y el oficialismo pretende resolver sus problemáticas sin medidas adecuadas para conseguir el respaldo social necesario. Las contingencias no se resuelven únicamente desde la rosca y entre oficinas, es clave comprender lo que ocurre en el espacio público.
Julián Lazo Stegeman