Frases infelices que tienen solución
La filosofía de Rafael Santandreu es un punch que ayuda a replantear tu vida: tus relaciones, tu trabajo y tu vida sentimental. Su último trabajo, Ser feliz en Alaska
die mejor para asumir un reto que el psicólogo Rafael Santandreu. El autor de Las gafas de la felicidad y El arte de no amargarse la vida acaba de publicar Ser feliz en Alaska (Grijalbo). Una obra que, con un subtítulo esclarecedor: "Mentes fuertes contra viento y marea", transmite un método basado en los principios de la psicología cognitiva que permite al lector reprogramar su mente y convertirse en una persona fuerte a nivel emocional.Quizá te interese también...Cinco rasgos de los insatisfechos eternosCinco rasgos de los insatisfechos eternosSeñales que indican que tienes el peor jefe del mundoSeñales que indican que tienes el peor jefe del mundoNuestro reto para Santandreu no fue otro que una consulta psicológica express. "Rafael, en los últimos días hemos recopilado varias frases que hemos escuchado en nuestro entorno y que, de alguna manera, muestran signos de infelicidad y nos gustaría que nos dijeras lo que piensas de ellas. Los autores de estas frases no lo saben, pero tú les vas a ayudar", le dije. Y el hombre feliz contestó: "Vale, empieza...".Frase infeliz 1: No dejo huella en la gente, ¿por qué se me presentan de nuevo, como si no nos conociéramos?Rafael Santandreu responde: Es interesante esa necesidad de dejar huella. Y pregunto: "¿Por qué hemos de dejar huella?" Lo cierto es que podemos tener pocos buenos amigos. Unos cinco, quizá, porque si tienes que planificar cosas con ellos y de alguna manera "cuidarlos", no puedes tener muchos. Tenemos la necesidad irracional de ser aprobados por todo el mundo, sean conocidos o no. Y es absurdo porque ni vas a obtener esa aprobación, ni la necesitas. Es más, ser amado por todos o amar a todos sería abrumador. Esta es la base, por ejemplo, de algo como el miedo a hablar en público. Sucede porque esa persona cree que necesita la aprobación de su público, lo cual es absurdo, porque, repito, ni la va a tener ni la necesita. Terminarás de hablar y no volverás a ver a esas personas. Quien haya dicho esta frase debería olvidarse de la necesidad de que se acuerden o no de él o de ella.Frase infeliz 2: No puedo dejar de compararme con los demás y no me gusta sentirme así.Rafael Santandreu responde: ¿Eso lo han confensado? Es difícil que alguien confiese algo así. Es una neura nuclear. Corresponde a una persona con poca autoestima. Cuando nos comparamos constantemente (y por alguna extraña razón todos tienen más méritos que nosotros en esa comparación), perdemos de vista que en realidad esas cosas en las que salimos perdiendo al compararnos no tienen la menor importancia para la felicidad. Por ejemplo, ser más guapo, más inteligente, más eficaz.... No vale para nada. El único valor definitorio para nuestra felicidad es la capacidad de amar. Y esa capacidad la tenemos todos, aunque la saquemos más o menos. Si te concentras en eso, vas a eliminar los complejos y la necesidad de compararte, que puede llegar a ser muy hiriente. Esta neura está basada en que le damos demasiada importancia a esas "cualidades" a las que yo llamo "cualidades trampa", que a veces pensamos que son fundamentales cuando en realidad son algo como saber hacer malabares. Una anécdota sin trascendencia.El único valor definitivo para nuestra felicidad es la capacidad de amar"Frase infeliz 3: No sé qué hago con las horas, no tengo tiempo de nada.Rafael Santandreu responde: Es importante para la salud mental aprender a ralentizar , recortar y escoger bien nuestras a actividades porque la aceleración que llevamos en nuestra vida cotidiana perjudica la mente. Es como si fueses a la sabana africana y vieses que las cebras y los leones van al doble de la velocidad a la que se supone que deben ir. Pensarías que tienen algún problema. Pues en realidad es lo que sucede en las ciudades, que vamos al doble de velocidad de lo que debe ir nuestra especie. Lo ideal sería seguir el ritmo de los pueblos, donde la gente va despacio, tiene tiempo de sentarse en mitad de la plaza y charlar... Es malo seguir esa otra velocidad, la acelerada. La solución es que nunca vayas deprisa de un sitio a otro, que hagas una sola cosa en cada momento (la multitarea o multitasking es fatal porque produce estrés de manera natural) y, por último, ponerle amor a cada tarea. "Un buen monje se distingue porque hace pocas cosas, pero las pocas cosas que hace, las hace bien"... Tendríamos que ser como monjes budistas.Frase infeliz 4: ¿Por qué mis parejas siempre me acaban dejando?
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