Lenguajes secretos construidos por mujeres para pensar otro mundo
Mientras el lenguaje inclusivo sigue abriéndose paso y generando debate, dos fascinantes ejemplos de idiomas que buscaron expresar sentimientos y emociones propias del género femenino.
El acalorado debate sobre el lenguaje inclusivo que se desarrolla no sólo en Argentina, sino también en otras partes del mundo, demuestra cómo muchos idiomas reforzaron -y aún refuerzan- la relación desigual entre las personas. Existen fascinantes ejemplos de mujeres que, frente a esto, han construido lenguajes propios para expresar los sentimientos y las emociones específicas que las identifican.En la actualidad se habla mucho del surgimiento de una revolución lingüística. Sin embargo, las reacciones a la incapacidad de muchos idiomas de expresar e incluir a todos los miembros de una sociedad existen desde hace mucho tiempo. La célebre escritora inglesa Virginia Woolf decía que "el lenguaje es como una red agujereada y vieja por la que escapan los peces tras quedar atrapados", demostrando las limitaciones del lenguaje institucionalizado. Por más natural que nos resulte el idioma que hablamos, lo cierto es que es un producto cultural, no natural, y es uno de los principales filtros a través de los cuales percibimos el mundo.El papel de las mujeres en el desarrollo del lenguaje es innegable. Por concesión biológica o social, las madres han sido las encargadas de transmitir el idioma a sus hijos (por algo se llama lengua materna), facilitando su asociación con una identidad y una cultura, así como la pertenencia a una determinada comunidad geográfica o social. Aunque lingüísticamente hablando no existe tal cosa como el "lenguaje de las mujeres" o el "idioma natural femenino", ¿qué pasa cuando ninguno de los tipos de lenguajes existentes es suficiente para expresar los sentimientos y las emociones específicas de las mujeres?Esa fue precisamente la pregunta que ocupó a la lingüista y escritora de libros de ciencia ficción estadounidense Suzette Haden Elgin, a comienzos de los años 80.El láadan, acto de resistencia en la ficciónBasándose en la hipótesis feminista de que los lenguajes humanos existentes son inadecuados para expresar las percepciones de las mujeres, a Haden se le ocurrió que, si las mujeres tuvieran un lenguaje apropiado para expresar sus puntos de vista, muy seguramente reflejarían una realidad muy diferente a la percibida por los hombres.Para justificar la creación de su idioma femenino, Haden se basó en la teoría de la relatividad lingüística, así como en una curiosa interpretación de los teoremas de incompletud de Gödel, muy ochentosa, por cierto, que sugiere que hay ciertos LP que un tocadiscos no debería tocar porque lo destruirían indirectamente. Así, Haden concluyó que cada idioma tiene percepciones que no debe expresar porque conducirían a su destrucción indirecta. Su pregunta principal fue: ¿qué pasaría con la cultura si las mujeres tuvieran y utilizaran un lenguaje que expresara sus percepciones? ¿Se autodestruiría?Basándose en ello y sin intentar igualar a las mujeres con los hombres o sin demostrar su superioridad, en su trilogía de ficción Native Tongue (Lengua Materna), Suzette decidió crear el láadan. En las novelas, que transcurren en un futuro distópico, el láadan es un idioma ideado por un grupo de lingüistas feministas en el siglo XXII como acto de resistencia frente a un gobierno opresor que privó a las mujeres de su derecho a votar en 1996 (una trama parecida a la de la popular novela El cuento de la criada, de Margaret Atwood). Como sabemos, muchos idiomas —incluyendo el español— tratan a la forma masculina como el género gramatical por defecto, cosa que no pasa en el láadan, donde se usa la forma femenina.El láadan es un idioma que no hereda aspectos de una generación dominada por los hombres y cuya gramática es una versión simplificada de los modelos de lenguas naturales como el inglés o el latín. Pero el aspecto en el que Haden más se concentró fue el vocabulario. Su interés principal era generar una serie de conceptos prácticos que ayudaran a definir los sentimientos y las situaciones relacionadas únicamente con el hecho de "ser mujer".Algunos ejemplos son: lóda (estar embarazada y agotada); lalewida (estar felizmente embarazada); loláad (percibir internamente); doólelasholan (estar sola después de una experiencia tediosa con otras personas); sholalan (estar sola en una multitud de personas); óosholan (estar sola y con pena); elasholan (estar sola y feliz de estarlo).
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