Los nuevos papás tienen por delante seis años de privación del sueño, según un estudio
Realizaron un seguimiento de las familias para medir sus tiempos de descanso.
Formar una familia, ¿hace del descanso nocturno un sueño distante? Nos entregamos a la bella tarea sin saber lo que se viene por delante. Pero una nueva investigación indica que los bostezos de los padres podrían continuar durante seis años.Los investigadores que realizaban un seguimiento de hombres y mujeres que estaban agrandando su familia descubrieron que el sueño cae al mínimo unos tres meses después del nacimiento del bebé y que ese efecto es más fuerte en las mujeres.Sin embargo, si bien los padres gradualmente veían una mejora en el sueño conforme el recién nacido crecía, al parecer su descanso nocturno nunca volvía a ser exactamente el mismo."No esperábamos encontrarnos con eso, pero creemos que sin duda hay muchos cambios en las responsabilidades que uno tiene", dijo el Dr. Sakari Lemola, coautor de la investigación de la Universidad de Warwick, Reino Unido. Agregó que, si bien los niños quizá dejen de llorar durante la noche conforme crecen, pueden despertarse, enfermarse o tener pesadillas, mientras que el estrés y las preocupaciones que acompañan a la crianza de los hijos también pueden afectar el sueño de los padres.El estudio, publicado en la revista Sleep, analizó datos de adultos de Alemania que fueron encuestados en entrevistas cara a cara llevadas a cabo una vez por año entre 2008 y 2015. A los participantes se les pidió que calificaran la calidad de su sueño en una escala de 0 a 10 y se les preguntó cuántas horas de sueño habían tenido en un día de semana normal y en un día de fin de semana normal. Un análisis más profundo de los datos mostró que los tres meses posteriores al nacimiento de un primer hijo eran particularmente agotadores.Un análisis más profundo de los datos mostró que los tres meses posteriores al nacimiento de un primer hijo eran particularmente agotadores.Los investigadores se centraron en las respuestas de más de 2.500 mujeres y casi 2.200 hombres que informaron el nacimiento de su primer, segundo o tercer hijo durante el estudio. Se siguió a los participantes durante un máximo de seis años.Resulta quizá poco sorprendente que el equipo haya observado que las mujeres informaron una caída de la satisfacción con el sueño en el primer año después del nacimiento de un hijo, con un descenso promedio de 1,7 puntos en la escala en el caso del primer hijo y algo más de un punto tanto para el segundo como el tercero en comparación con la época anterior al primer embarazo.Las madres también perdieron unos 40 minutos de sueño por noche en el año posterior a la llegada del bebé en comparación con los niveles anteriores al embarazo, independientemente de si se trataba de su primer hijo o de uno posterior.Un análisis más profundo de los datos mostró que los tres meses posteriores al nacimiento de un primer hijo eran particularmente agotadores: las mujeres perdían más de una hora de sueño en comparación con la época anterior a estar embarazadas.
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