En invierno tenemos que buscar estar bien nutridos sin aumentar de peso. Para eso, es importante incorporar vitaminas C, E y D, zinc y selenio, que favorecen el sistema inmune.El momento de la compra es fundamental para elegir con inteligencia las opciones más nutritivas. Para hacer elecciones responsables, seguras y económicas, te sugerimos seguir algunos consejos:1) Planificá tu menú. Hacé una lista de los platos de la semana en la que incluyas todos los ingredientes. De esta manera, podrás comprar lo que realmente es necesario y evitarás sumar alimentos extra al menú.2) Sumá frutas y verduras. Escribilas en el primer lugar de tu lista. Recordá que es necesario consumir al menos dos frutas frescas y tres porciones de verduras por día.3) Preferí lo fresco a lo enlatado o procesado. Las frutas y verduras frescas tienen menos calorías, menos aditivos y menos sodio que las que vienen envasadas.4) Amigate con las frutas cítricas. En invierno son aconsejables las mandarinas, el kiwi, los pomelos y las naranjas, ricas en vitamina C y potasio.5) Buscá alimentos integrales y no refinados, como pan, pastas, galletitas, harina o semillas. Además de aportar más vitaminas y minerales, los integrales contienen fibra que facilita el proceso digestivo y brinda mayor sensación de saciedad.6) Alejate de las góndolas "irresistibles". En el supermercado evitá pasar por las zonas de alimentos procesados, snacks, la sección de bebidas alcohólicas o golosinas, entre otras. Al verlos, resulta difícil resistir a esas tentaciones.7) Nunca vayas al supermercado con hambre. Es recomendable porque, en caso contrario, elegirás más comida de la que necesitás. Si no es posible ir después de haber desayunado o comido, antes de salir comé una manzana u otra fruta que mitigue el hambre y, con esto, los antojos.8) Comprá carne magra. Preferí el peceto, el lomo, el cuadril y la nalga. También la carne de pollo y variedad de pescados. Son recomendables porque tienen grasas saludables.9) Leé las etiquetas de los envases. Así te asegurás de cuáles son las diferencias de contenido calórico, de ingredientes y conservantes entre distintos tipos de alimentos, e incluso entre dos marcas de un mismo alimento.10) Revisá y compará. El envase o el envoltorio del producto que compres tiene que estar en perfectas condiciones. Por ejemplo, no se deben elegir latas que tengan una protuberancia, que estén abolladas o que pierdan líquido.