La Política y los Medios

A días del incendio en los estudios de Canal 13 y TN, las repercusiones sobre este hecho dejaron entrever que la famosa grieta, de la cual se habló tiempo atrás, sigue en aún en pie. Lo cual demuestra que más allá de una problemática mediática, se trata de una cuestión política.
La gestión implantada por el gobierno anterior se ocupó de marcar claras diferencias entre las instituciones de medios que concordaban con el oficialismo, con aquellas que se presentaban en contra de los ideales que este profesaba. Determinación que marcó el comienzo de una división social, que se acrecentó con el tiempo.Esto no quiere decir que el único culpable en este embrollo haya sido el ala kirchnerista, por el contrario, el Grupo Clarín, principal opositor, fue fuertemente ofensivo del gobierno, rodeándolo de críticas, pero ninguna de ellas constructiva. En fin, ambos fundaron un clima de descontento y segmentación en una sociedad que ocupó el lugar de víctima. Pero como en Argentina nada es casual, esto tiene una historia atrás. Es sabido que durante el gobierno de Néstor Kirchner la relación con el multimedio era buena, incluso brindó su apoyo en la campaña. Todo se mantuvo en agrado, hasta que en 2008 la resolución 125, el conflicto con el campo y la consiguiente tomada de partida a favor de este por parte de Clarín, desató su separación e inicio del enfrentamiento.Seguido esto, se encarnó la carrera hacia la renovación mediática que concluyó con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, legislación que plantea el ingreso de nuevos participantes al ámbito de los medios, vela por la pluralidad de voces y va en contra de los monopolios, donde este grupo se destacaba como el principal.Sin embargo, como muchas de las disposiciones del mandato anterior, la idea fue buena, pero no así su aplicación. Ya que por un lado, no se ha logrado aún esa multiplicidad de relatos que se pregonaba, y por otro, gracias a distintas medidas, el monopolio continúa.Que existan distintas opiniones y que estas posean canales para expresarlas, es algo de lo que nadie puede oponerse; a pesar de esto, en la actualidad sigue vigente el predominio de unos pocos y hasta el propio Poder Ejecutivo ha fallado a favor de ellos. Por medio de un decreto de necesidad de urgencia, se modificó la ley, extendiendo los plazos de las licencias de radio y televisión, y dejando atrás algunos pasajes que, según este, les parecían de carácter arbitrario.Como verán, es la cuestión política la que se encuentra de fondo de toda esta grieta que nació, se fomentó y permanece en los medios. A su vez, las acusaciones que determinan que el gobierno macrista ha tomado estas resoluciones para apoyar al diario de la trompeta, envuelven a la opinión pública y principalmente a los hoy opositores K.La verdad es que más allá de estas idas y vueltas, aquellos ciudadanos que se encuentran alejados de los pormenores mediáticos y nada tienen que ver con sus conflictos, se ven afectados por esa división planteada anteriormente. Si bien el nivel de crueldad con el que se vivió la rivalidad durante el mandato de Cristina no es el mismo, aún sigue presente en el cotidiano la fragmentación.Hay que olvidarse un poco de esa necesidad de estigmatizar que generó esta fisura, y recordar que todos los habitantes del territorio nacional son iguales, que es la unión lo que permitirá hacerlos más fuerte y no la separación por pensar distinto.Conocer el pasado y entender el porqué de las resoluciones políticas, da luz a la posibilidad de sacar mejores conclusiones a la hora de cuestionarse sobre el presente; y así entender, que el responsable de la generación de opinión no son ni los mandatarios ni los noticieros, sino uno mismo.Agustín Curuchet
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