Por designación del obispo diocesano
El sacerdote Eduardo Canzonetta asumió con grandes expectativas Parroquia “San Antonio”
Por designación del obispo diocesano Héctor Zordán, a fines de febrero pasado, el presbítero, Eduardo Nazareno José Canzonetta, asumió en Parroquia “San Antonio” como administrador parroquial. En diálogo con nuestro matutino, el nuevo sacerdote nos comentó sobre sus expectativas como así también nos comentó sobre su vida pastoral y también personal. Canzonetta también hizo alusión a un tema resonante de las últimas semanas: el cese del campanario del reloj.
¿Cómo surge su designación pastoral en Gualeguay?
Eduardo Canzonetta: El señor obispo me nombró administrador parroquial de “San Antonio de Padua” tras el traslado del Padre Jorge Leiva a Rosario del Tala como párroco en esa localidad. Como administrador parroquial tengo todos los derechos y también obligaciones de un párroco, pero de manera relativa. La diferencia entre párroco y administrador parroquial significa que por ahí el obispo cuando lo requiera puede solicitar nuevamente mi cambio de parroquia.
¿Y cuáles son sus expectativas en su nueva función en “San Antonio”?
Eduardo Canzonetta: Las expectativas son muy lindas y muy buenas ya que es una parroquia grande, que tiene una trayectoria e historia importante en la ciudad de Gualeguay. Hasta ahora me había desempeñado en parroquias rurales, como es el caso de Villa San Justo, cerca del Palacio San José, allí estuve siete años de párroco. También estuve en Parroquia de San Roque de Monpellier, de Victoria, cerca de la sociedad rural, una parroquia de barrio podemos decir, a pesar que ya había estado en la parroquia del centro: Aránzazu, durante cuatro años y luego en General Galarza, hasta hace poco, donde estuve doce años. Ésta es una parroquia donde disfruté mucho mi permanencia por Galarza misma, la comunidad, la gente y a Gualeguay también vengo con esa expectativa, ya por el hecho de que hay gente muy valiosa, no solamente en la comunidad sino también en Gualeguay. Entones uno tiene que potenciar lo bueno, lo santo en todo caso para nosotros los cristianos, quienes profesamos la fe.
¿Quiénes lo acompañan en esta nueva función en Gualeguay?
Eduardo Canzonetta: Lo hace un diácono, que fue asignado por el señor obispo para que me ayudara, me acompañara y lo está haciendo muy eficientemente, tanto en la casa parroquial como la pastoral comunitaria. Estamos ordenando, organizando. Son distintas organizaciones o manera de actuar, entonces a mí me gusta la prolijidad, el orden en la parroquia con la idea de llegar a todo el mundo. En este sentido, no hago distinción de nada ni de nadie, para mi todo el mundo es valioso a los ojos de Dios porque Jesús ha derramado su sangre por todos y cada uno de nosotros desde el momento de la concepción, que somos concebidos, por la unión de nuestros padres hasta la muerte natural. Es decir, a esto venimos, a trabajar en ese sentido, hacerlo presente a Dios en todos los aspectos, en todos los sentidos. Quiera Dios que podamos responder a este desafío, ya que así lo asumo, como algo importante y grande. De a poco iremos entrando en ritmo.
Cuéntenos acerca de usted, ¿cuántos años tiene, cuántos como sacerdote, de dónde es oriundo?
Eduardo Canzonetta: Cumplí 68 años y 25 años de sacerdote. Entré siendo grande al seminario “María Madre”, de Gualeguaychú, iglesia que había sido inaugurada un año antes de mi ingreso, en el año 88’, bendecido por el enuncio apostólico, el señor Ubaldo Calabresi. Yo quería ingresar al seminario de La Plata porque yo estudié en esa ciudad la carrera profesional de contador público y me sentía cómo en la misma. Pero tanto el obispo como con el párroco en Ibicuy y también desde La Plata, decidimos que ingresara al seminario de Gualeguaychú. Es decir que hace 25 años que estoy trabajando al servicio de la iglesia, con el tiempo de preparación: 7 años, 9 meses y 5 días como seminarista.
Soy oriundo de Ibicuy, a pesar de haber nacido en Gualeguaychú, calle 25 de Mayo y España. Ahora tengo mi casa en Gualeguaychú, pero me creé y me educaron en Estación Paranacito, cerca de Ibicuy. Mi padre fue jefe de estación. Hice el primario en Paranacito, el secundario en Ibicuy con la orientación en perito mercantil. Y, luego, mi juventud la viví en La Plata.
¿Se ha suscitado un conflicto con el tema del campanario del reloj?
Eduardo Canzonetta: No diría que es un conflicto. Entre vecinos tenemos que ayudarnos, acompañarnos en todas las situaciones y especialmente no afectando a los demás. A esta señora le afecta el sonido de las campanas del reloj, así que ya le pedí a Javier (Bello), encargado del reloj, que no le dé más cuera a la cuestión de las campanas. Esta ciudadana también dice que hay otra vecina que no puede dormir por el sonido de las campanas.
También tenemos que bajar los decibeles en todo sentido, no solamente de la campana sino también en que las motos no tengan el escape libre, como así tampoco los autos, que en algunos casos suelen circular con música con excesivo volumen. Creo que eso no corresponde a una buena y sana convivencia. Es por eso que me parece muy conveniente llamar la atención en ese sentido, es decir, tenemos que respetarnos, ayudarnos, acompañarnos. Eso es el espíritu cristiano”.
El campanario manual, que se utiliza para el llamado a la misa, seguirá funcionando, también con la anuencia de la vecina en cuestión.