Suplemento 241º Aniversario de Gualeguay
El tren marcó una época de progreso en Gualeguay y el país
En el último tercio del siglo XIX y principios del XX, nuestra ciudad se destacaba por un creciente desarrollo económico, producto, especialmente, de la ganadería y la agricultura. En esas épocas también se realizaron las principales obras en materia comercial, obras públicas, institucionales, ingeniería, transporte. Justamente, a partir de esta prosperidad, en la ciudad y el país, surge la creación de la primera línea ferroviaria construida en la provincia de Entre Ríos y en la Mesopotamia argentina: “Primer Entre Riano” (denominada así originalmente). Inicialmente la formación realizaba viajes únicamente a Puerto Ruiz con fines recreativos o turísticos como así también para transportar las mercancías hasta dicho punto. Una vez que el tren arribaba a la zona portuaria se efectuaba el trasbordo de los productos a barcos de gran calado que tenían como destino Buenos Aires y el exterior.
HISTORIA:
La estación Gualeguay, estaba en el medio de la hoy céntrica calle Tres de Febrero, en su intersección con Rivadavia, cuando aún los automóviles no existían. Esa primitiva estación, se mantuvo allí hasta el año 1926, cuando las vías e instalaciones sobre la calle fueron levantadas.
La línea era propiedad originalmente de un grupo empresario de Gualeguay, que obtuvo una concesión del Gobierno provincial y fue inaugurada el 9 de julio de 1866, contando únicamente con un ramal de 9,85 km entre la ciudad de Gualeguay y Puerto Ruiz sobre el río Gualeguay. Fue la primera línea en utilizar la trocha estándar (1,435 m) en Argentina. Puerto Ruiz operaba como puerto de ultramar y la construcción del ferrocarril facilitó las operaciones de exportación y el traslado de productos entrerrianos a Buenos Aires.
La construcción de la línea fue iniciativa de un grupo de comerciantes de Gualeguay, que el 26 de septiembre de 1864 realizó una reunión en la que se decidió construirla. El capital inicial de la compañía fue de 100.000 pesos fuertes, que se distribuyeron entre las siguientes suscripciones: 50.000 pesos fuertes de los vecinos de Gualeguay, 15.000 pesos fuertes del Gobierno nacional (300 acciones), 15.000 pesos fuertes del general Justo José de Urquiza (300 acciones), 10.000 pesos fuertes del brasileño Banco Mauá y 10.000 pesos fuertes del Gobierno provincial.
La concesión para la construcción del ferrocarril fue autorizada en 1864 y el Congreso Nacional autorizó al Poder Ejecutivo el 7 de octubre de 1865 mediante la ley Nº 167 a suscribir las 300 acciones con las que participó. El 21 de diciembre de 1866 el Gobierno nacional suscribió por decreto los 15.000 pesos fuertes en acciones del ferrocarril. La empresa fue presidida por Jacinto González Calderón y su sede administrativa estaba en Gualeguay.
El ingeniero irlandés John Coghlan se hizo cargo de los trabajos en enero de 1865, construyendo la vía con material adquirido en el Reino Unido. El material rodante fue comprado en los Estados Unidos. En Gualeguay y en Puerto Ruiz fueron construidas dos pequeñas estaciones en tierras fiscales cedidas por el Estado.
La inauguración del Ferrocarril Primer Entrerriano, se dio en el momento que era gobernador de Entre Ríos, José María Domínguez, en tiempo de la guerra de la Triple Alianza contra Paraguay, y se produjo el día en que se cumplía el 50º aniversario de la declaración de la independencia argentina (9 de julio de 1866).
La locomotora a vapor “Gualeguay” (luego rebautizada como "La Solís") realizó el viaje inaugural trasportando desde la estación Gualeguay al gobernador y a los accionistas de la empresa. El ferrocarril operaba con un servicio diario de pasajeros y cargas, traccionado por las locomotoras “Gualeguay” y “Urquiza”. En su primer año de funcionamiento el ferrocarril transportó 5.540 toneladas de carga y 8.850 pasajeros.
En 1872 y en 1874 fueron incorporadas dos locomotoras de la marca alemana Krauss, las cuales más tarde fueron declaradas inservibles al momento de ser transferido el ferrocarril a la empresa británica que lo compró, que solo incorporó a “La Solís”. Esta locomotora es conservada en Gualeguay, expuesta sobre avenida Illia, frente a la estación Gualeguay.
En 1868 una creciente extraordinaria del río Gualeguay paralizó al ferrocarril por siete meses, solicitando la empresa la ayuda del Gobierno nacional para evitar el colapso financiero debido a sus deudas con el Banco Benítez. La ley nacional Nº 425, del 27 de septiembre de 1870, autorizó al Gobierno nacional a suscribir nuevas acciones del Ferrocarril “Primer Entrerriano”, empresa que no tenía buenos resultados económicos.
TRANSFERENCIAS:
El 5 de junio de 1874 un decreto del Gobierno nacional aprobó las medidas propuestas por la Oficina de Ingenieros para la apertura al servicio público de la línea y el 30 de diciembre de 1874 por otro decreto el Gobierno nacional tomó a su cargo la administración del ferrocarril.
La Ley Nacional Nº 865, del 12 de septiembre de 1877, autorizó la entrega de 30.000 pesos fuertes en bonos a los accionistas del ferrocarril a cambio de la cesión completa de la empresa y la inversión de 20.000 pesos fuertes en obras del ferrocarril. El 6 de febrero de 1878 Jacinto González Calderón, a nombre de la comisión y de los accionistas hizo cesión al Gobierno nacional de todos los derechos del Ferrocarril.
El ferrocarril dejó de funcionar en 1880, debido al estado de deterioro de las vías y del material rodante. El 31 de diciembre de 1880 un decreto del Gobierno nacional dispuso encargar al Departamento de Ingenieros la administración del ferrocarril.
Un decreto del presidente Julio Argentino Roca, del 6 de abril de 1881, dispuso invertir 35.000 pesos fuertes adicionales en la reconstrucción del ferrocarril, para lo cual se utilizó material sobrante de la línea construida a Tucumán.
UN OPERADOR PRIVADO EXITOSO:
La Ley Nacional Nº 1.429, del 14 de julio de 1884, dispuso practicar los estudios necesarios para prolongar el ferrocarril hasta Villaguay pasando por Rosario del Tala. Dado que el ferrocarril producía pérdidas económicas, el presidente Miguel Juárez Celman dispuso, por decreto del 30 de abril de 1887, aprobar el arrendamiento de la línea al empresario saladeril Leonardo Parachú para explotar el transporte de cargas, firmando contrato el 10 de agosto de 1887, que fue aprobado por otro decreto el 6 de septiembre de 1887. Durante los años a cargo de Parachú, el ramal no tuvo déficit. Sin embargo, no se le amplió la concesión.
El 27 de enero de 1891 la empresa Ferrocarril Central Entrerriano, propiedad del Estado provincial, inauguró el ramal de Rosario del Tala a Gualeguay, construyendo la estación Gualeguay-Tala. Desde el 24 de agosto de 1891 este ferrocarril fue adquirido por la compañía de capitales británicos “The Entre Rios Railway Company Limited”, que lo renombró como Ferrocarril de Entre Ríos.
La ley Nº 2.852, del 24 de noviembre de 1891, dispuso la venta del Ferrocarril Primer Entrerriano, disponiéndose su licitación por decreto del 30 de septiembre de 1892. La oferta de compra por el Ferrocarril de Entre Ríos fue desechada el 28 de febrero de 1893 por insuficiente. Un decreto del 26 de junio de 1894 rechazó una nueva oferta del Ferrocarril de Entre Ríos y declaró caduca la concesión a Leonardo Parachú, recibiendo el Estado el ferrocarril el 9 de agosto de 1894.
De acuerdo a la Estadística de los ferrocarriles en explotación correspondiente a 1893, publicada en 1894 por la Dirección de Ferrocarriles Nacionales, el Ferrocarril “Primer Entrerriano” poseía 9,850 km de vía principal (8,049 km en vías rectas y 1,801 en vías curvas) y 0,748 km de desvíos y vías auxiliares, todos con rieles de hierro.
Poseía sólo dos estaciones: Gualeguay y Puerto Ruiz, cinco alcantarillas, tres puentes, un depósito de locomotoras, talleres y dos estanques. El material rodante tenía tres locomotoras (una inservible) de pasajeros con tres ejes de tracción, dos coches de pasajeros de cuatro ejes y ochenta asientos, diecisiete vagones de carga (nueve de sólo plataforma). En 1892 el ferrocarril realizó un recorrido de 10.234 km (con 732 trenes mixtos y 307 especiales) y 520 km en maniobras y transportó 13.438 pasajeros y 13.451,18 toneladas de carga. Tenía un total de diecisiete empleados.
El 10 de octubre de 1906 se inauguró el ramal desde el empalme “Las Colas”, en las cercanías de Gualeguay, hasta Enrique Carbó. En 1926 fue clausurado el ramal a la Estación Gualeguay Central, que fue desmantelada, y Gualeguay - Tala pasó a ser la cabecera del ramal a Puerto Ruiz.
LA VÍA DEL FERRY
Entre 1907 y 1909, el ramal Tala - Gualeguay, curiosamente construido con rieles de vía secundaria de 47 libras y 8 metros de largo, fue la vía por donde circularon los trenes que iban y venían desde el recientemente inaugurado Ferry entre Ibicuy y Zárate. Lo hacían desde el empalme “Las Colas”, hasta Enrique Carbó y desde ahí hasta el sur. Esto ocurrió hasta el año 1909, cuando se habilitó el tramo entre Carbó y Faustino Parera, que paso a ser la vía principal de la red.
El 15 de febrero de 1915 la empresa Ferrocarril de Entre Ríos fusionó su administración con la empresa “Ferrocarril Nordeste Argentino”, también de capitales británicos.
En 1936 fue suspendido el servicio de pasajeros entre Gualeguay y Puerto Ruiz, quedando habilitado sólo el de cargas. Los ferrocarriles británicos en Entre Ríos fueron nacionalizados y estatizados el 1º de marzo de 1948 y fusionados con otras compañías para formar el Ferrocarril Nacional General Urquiza el 1º de marzo de 1949. En este año se restableció el servicio de pasajeros hasta que, en 1967, el ramal fue desactivado y fue clausurado definitivamente junto con el ramal Rosario del Tala - Gualeguay el 1º de junio de 1978.
El Decreto Nº 532/1992, del 27 de marzo de 1992, convocó a la provincia de Entre Ríos a que antes del 30 de abril de 1992 ofreciera interés en la concesión de los ramales, ya clausurados en su territorio, entre ellos los tramos de Puerto Ruiz a Gualeguay y de González Calderón a Rosario del Tala. Como la provincia no expresó interés, ambos tramos quedaron abandonados.
El 9 de octubre de 2010 fue inaugurado en Gualeguay el “Museo del Ferrocarril Primer Entrerriano” en la estación local.
El Ferroclub “Primer Entrerriano”, desde 1994, trata de rescatar la vida ferroviaria. No tiene tanta fortaleza como el carnaval, que se adueñó de la propiedad ferroviaria; lo mismo que ocurrió en Gualeguaychú. La entidad de ferro-aficionados, limpia las vías, realiza viajes, pero no tiene sede, ya que la estación y galpones los posee la Municipalidad.