Los jubilados docentes nacionales tienen una movilidad propia que se calcula por la variación de los sueldos de los docentes activos con aportes a la ANSeS, las llamadas “Remuneración Imponible Promedio Docente” (RIPDOC) y “Remuneración Imponible Promedio de los Docentes Universitarios” (RIPDUN).

Los aumentos diferenciados para los jubilados docentes nacionales se deben a que las leyes previsionales de ambos sectores fijan que los trabajadores activos aportan dos puntos adicionales (13% del sueldo) y se jubilan con el 82% móvil correspondiente al cargo que tenían en actividad.

"Solo los jubilados de la ley 24241 (Régimen General) reciben los aumentos del DNU 274/2024 mientras que los regímenes especiales (leyes 24016, 22929 y 26508 de docentes y docentes universitarios) siguen con el régimen de movilidad particular aplicado hasta el momento ya que el DNU 274/2024 nada menciona al respecto. Esto seguramente provocará medidas de protesta y acciones de los gremios docentes”, dijo a Clarín el abogado Ariel Semana.

Al igual que el resto de los jubilados, los docentes nacionales tuvieron una fuerte pérdida en el poder adquisitivo de sus haberes en los últimos 6 años de más del 35%.

Según el diario Clarín, sin considerar las pérdidas inter-mensuales, punta a punta entre 2018 y el primer trimestre de 2024, en el caso de los jubilados docentes nacionales (suman unos 185.000), la secuencia fue la siguiente:

En 2018, los jubilados docentes recibieron dos aumentos por un total del 22,3%, frente a una inflación del 47,6%. Un retroceso del 17,1%.
En 2019, el aumento fue del 49,3% y la inflación del 53,8%. Una pérdida del 2,9%.
En 2020 hubo una recuperación parcial: el aumento de los docentes fue del 40,8% versus una inflación del 36,1%. Una mejora del 3,4%.
En 2021, el incremento fue del 50,6% versus una inflación del 50,9%. Una caída de 0,3 puntos.

En 2022: el aumento fue del 84% versus una inflación del 94,8%. Un retroceso del 5,5%. En 2022, se aprobó modificar el ajuste semestral por trimestral lo que ayudó a atenuar las pérdidas por la alta inflación.
En 2023, el aumento sumó el 146,54% versus una inflación del 211,6%. Una pérdida del 20,9%.
En el primer trimestre continuó la caída porque la suba en marzo fue del 27,57% versus una inflación estimada en el 54,4% (36,6% enero-febrero + 13% marzo).