Espacio Literario
Hoy, Mario Benedetti, entre el gris y la añoranza
Hoy, Mario Benedetti, entre el gris y la añoranza “Quien me iba a decir que el destino era esto… Ver la lluvia a través de letras invertidas… (de Ángelus”- Poemas de Oficina)
Y vuelvo a Mario Benedetti, uruguayo, a uno de mis poetas preferidos, también destacado poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico, quien junto con Juan Carlos Onetti, fue la figura más relevante de la literatura uruguaya de la segunda mitad del siglo XX.Hoy, en que lo que expresa el autor, sin duda se van a sentir identificados muchos trabajadores que encerrados en lugares grises añoran el paisaje, la luz del sol, el verde del paisaje, el atardecer, la amada...mientras deben cumplir su horario, hacer sus planillas y... ya cuando están prestos a salir, una orden del jefe detiene sus pasos, esa carrera que los llevaba al horizonte abierto, hacia el amor, hacia el abrazo...Los Poemas de la oficina rompieron con el canon de la poesía uruguaya, al cultivar unos motivos considerados hasta entonces como no poéticos, dominados por las menudas anécdotas, hechos triviales. El propio autor explicaba: "A partir de la vida burocrática, de esa cosa gris que tiene la vida oficinista, yo traté de encontrar una esencia poética. (...) (En Uruguay) había surgido una poesía de corzas y gacelas y madréporas y cosas así, que empleaba como base de metáforas una flora y una fauna ni siquiera existentes. En cierto modo, yo atribuyo el éxito repentino y sorpresivo de Poemas de la oficina, en gran parte, a que fue una cosa diferente a eso que se venía haciendo (...)." El mérito que puedan tener los Poemas de la oficina, es haber intentado llevar ese lenguaje, esas preocupaciones, esa problemática cotidiana, a la poesía y muchas veces matizarlas, empaparlas con el amor que nunca es un ausente en su producción.Sin duda fue su propia experiencia lo que le permitió interpretar con tal profundidad la frustración y mediocridad de la oficina. Desde muy joven habitó en ese mundo: "Mi primer trabajo, a los catorce años, fue en una oficina comercial; después pasé a una oficina pública donde estuve cinco años. Es decir que casi siempre trabajé en oficinas, por lo menos en esos años formativos de todo individuo". Por lo tanto en la obra se presenta una dicotomía entre los mundos: el mundo real e innegable del presente, donde la decepción y el fracaso son sentimientos predominantes; y el mundo ideal, el esperado, donde con una pequeña esperanza se anhela conseguir la libertad y la felicidad, que se alcanzará cuando se pueda abandonar definitivamente el universo de la oficina. VeranoVoy a cerrar la tardese acabóno trabajotiene la culpa el cieloque urge como un ríotiene la culpa el aireque está ansioso y no cambiase acabóno trabajotengo los dedos blandosla cabeza remotatengo los ojos llenosde sueñosyo que séveo sólo paredesse acabóno trabajoparedes con reprochescon órdenescon rabiapobrecitas paredescon un solo almanaquese acabóno trabajoque gira lentamentedieciséis de diciembre.Iba a cerrar la tardepero suena el teléfonosí señor enseguidacomonó cuandoquiera. Amor, de tardeEs una lástima que no estés conmigocuando miro el reloj y son las cuatroy acabo la planilla y pienso diez minutosy estiro las piernas como todas las tardesy hago así con los hombros para aflojar la espalday me doblo los dedos y les saco mentiras.Es una lástima que no estés conmigocuando miro el reloj y son las cincoy soy una manija que calcula intereseso dos manos que saltan sobre cuarenta teclaso un oído que escucha como ladra el teléfonoo un tipo que hace números y les saca verdades.Es una lástima que no estés conmigocuando miro el reloj y son las seis.Podrías acercarte de sorpresay decirme "¿Qué tal?" y quedaríamosyo con la mancha roja de tus labiostú con el tizne azul de mi carbónico.
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