Después del papelón que protagonizó Gimnasia contra Estudiantes, el torneo empezó para el Tripero con las ausencias de Nicolás Mazzola, Roberto Brum, Javier Mendoza, Maximiliano Coronel, Federico Rasic, Antonio Medina, Maximiliano Meza y Matías García. Ante este panorama, el que quería aprovechar las varias ausencias era Banfield, que en su casa, era el favorito para arrancar el certamen con el pie derecho. Y finalmente logró quedarse con los primeros tres puntos de la Zona 1,al imponerse por 2 a 0.El primer aviso fue para el dueño de casa, con Brian Sarmiento, una de sus caras nuevas. El volante tiró un hermoso caño a Osvaldo Barsottini y luego probó al arco, pero su remate se fue desviado. Sin embargo, la respuesta de la visita no tardó en llegar e Hilario Navarro tuvo que salvar ante Matías Noble. El partido arrancó con buen ritmo y con aproximaciones interesantes. Los dos buscaban y evidenciaban fallas en la última línea, ya que en ambas defensas se encontraban espacios.Con este panorama no extrañó que rápidamente se abra la cuenta. Giovanni Simeone metió un cambio de frente que se desvió en Facundo Oreja. La pelota le quedó a Walter Erviti, que de aire metió un zurdazo fulminante. Tras ese buen arranque, los dos empezaron a pararse mejor en el terreno de juego y por eso las defensas sufrían menos.El Lobo iba en busca del empate, pero le faltaba la profundidad, que sólo por momentos le daba Facundo Castillón. Por el lado del Taladro, lo mejor se veía cuando aparecían Sarmiento y Erviti. Sin embargo, ninguno arriesgaba de más, y los minutos pasaban sin grandes emociones. Más que nada por la contundencia inicial se explicaba el resultado del primer tiempo.En el inicio del complemento, los platenses salieron más adelante para intentar lograr la igualdad, y el que tuvo todo para hacerlo fue Mauricio Romero, que solito, de cabeza, desperdició una posibilidad clarísima. Con el correr de los minutos, el predominio de campo del Lobo era mayor.A pesar de jugar en campo ajeno, podía terminar de concretar los avances, y cuanto más pasaban los minutos, más huecos dejaban en el fondo. En muchas ocasiones, y sobre todo con las muy buenas participaciones de Sarmiento, el Taladro estuvo cerca de aumentar. Finalmente, y tras una buena jugada de Santiago Silva, apareció Lihué Prichoda, la otra cara nueva, y liquidó las acciones. De ahí en más, ya no había mucho para ver, sólo el festejo de los de Claudio Vivas
