Banfield y Lanús: el Sur respira otro clásico
Una porción del conurbano bonaerense tendrá otro encuentro para el desvelo, el que jugarán taladros y granates un día después del Boca - River que la Conmebol impuso entre los partidos de la Superliga
Hay un clásico que presume de paralizar el fútbol y de atraer la atención del mundo, como pomposamente aseguran hinchas de Boca, de River y otros que en secreto tienen simpatía por uno de los dos. Los doble-camiseta, como se reconoce a los dogmáticos que hablan de fidelidad a los colores pero en realidad practican el poliamor con xeneizes o gallinas.Este fin de semana hay lugar para algo más que el Superclásico: el domingo jugarán en el Florencio Sola Banfield y Lanús, el clásico del Sur. Los hinchas que caminan por Maipú o 9 de Julio -las calles comerciales de ambas ciudades-, no tienen a Boca o River como tema de conversación.Los equipos que representan dos distritos jugarán su clásico el domingo y la Superliga lo eligió como el encuentro más saliente de la fecha.Es que lo que sucederá en la Bombonera se entrometió en el fin de semana por la prepotencia de la Conmebol, pero no suma puntos para el torneo local.Una calle separa a Lanús de Banfield. Unos y otros conviven diariamente, viajan sin saber del otro en el tren o los colectivos que cruzan los límites de los barrios que se pintan en verde y blanco o granate. En esa porción del conurbano, se dice "ah, y también juegan River y Boca"."Los clásicos son iguales. Ese (por el de Boca-River) es Super, sí, pero en esencia se trata de lo mismo. Los hinchas esperan todo el año este partido (Banfield - Lanús)", indicó Jesús Dátolo, heredero de la 10 de Garrafa Sánchez, ya que pasó a utilizarla cuando el gordo dejó el Taladro, quien también vistió la camiseta de Boca.A diferencia del clásico que tiene ocupado al presidente de la Nación, el del Sur tiene a los simpatizantes y jugadores caminando los mismos sitios. "La gente va a comer a los mismos lugares que nosotros, nos pide que ganemos. Y queremos ganar, claro. Ganar sería un envión anímico, no sé si salva el año, pero es muy importante para lo que sigue", remarcó el arquero del Grana Matías Ibañez, que traduce el recado del hincha."No arrancamos bien y es fundamental este partido. Cambiamos de entrenador, recién ahora podemos empezar a trasladar lo que nos pide el nuevo técnico. Ganar sería importante para nosotros", admite.A su lado, Dátolo prefiere pintar lo que le representa el partido que se avecina. "No sé cuantos más voy a jugar, tengo 34 años, y por eso me los tomo como el primero, a los 20 años. Hay que disfrutar esta posibilidad que uno tiene como futbolista", remarca.
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