Rosario Central, que reguló energías en la primera parte, reaccionó a puro fútbol en la segunda parte y debió haber derrotado a Palmeiras. Sin embargo, con su goleador con la pólvora mojada (hasta erró un penal) y desperdiciando muchísimas situaciones claras, el equipo del Chacho Coudet no pudo ni rescatar el empate y sigue sin levantar cabeza en el Grupo 2 de la Copa Libertadores, en el que quedó último.Premio a su determinación, Palmeiras logró ponerse en ventaja sobre los 25 minutos, en una jugada coronada por el argentino Cristaldo quien guapeó dentro del área, trabó, se llevó el balón, engañó al arquero con un amago y definió contra un palo. Un rato antes, Dudu, el más activo de la cancha, había estrellado en un balón en el palo y Robinho desperdició un mano a mano increíble.Hasta allí, Central había planteado un juego ordenado, con salida rápida pero con menos presencia en territorio rival que el local que sumaba mucha gente en los alrededores del área de Sosa. De todas formas, logró hilvanar avances en los que le faltó la puntada final.En la segunda parte se vio a otro Rosario Central, más resuelto y dueño de las acciones. Coudet mandó a Herrera primero y a Lo Celso un rato después. Así generó un par de situaciones muy claras y hasta tuvo un penal que Prass le atajó con gran estirada a Marco Ruben.Lo Celso de afuera, Ruben en otras dos muy favorables, otras tantas de Cervi y presión permanente durante la segunda parte, le permitieron a Central acumular méritos no sólo como para empatar, sino que debió traerse los tres puntos de San Pablo.Cuando se terminaba el partido, el ex Vélez Allione en la única llegada del Palmeiras, anotó el 2 a 0 en una réplica letal que le puso a la chapa una cifra que tuvo muy poco que ver con lo que se vio en la cancha.