Al principio, la salida de Rafael Santos Borré de River fue un dolor de cabeza. Si bien tiene buenos jugadores en el puesto para cubrirlos, Marcelo Gallardo sabía que había perdido a uno de los jugadores con mayor calidad del plantel y el goleador por excelencia de su ciclo, desde que asumió como entrenador en 2014. Sin embargo, pudo salir a flote con una contratación express: Braian Romero.

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Romero dejó atrás Defensa y Justicia, donde consiguió la Copa y Recopa Sudamericana, para ir donde siempre soñó. Desde su llegada, el Muñeco encontró soluciones a los problemas y potenció a su principal cómplice del ataque, Matías Suárez.

Desde la reanudación, Suárez o Romero tuvieron participación en prácticamente todos los goles de River: seis de los ocho tantos que lleva anotados el Millonario entre Liga Profesional y Copa Libertadores.

Suárez estuvo -directa o indirectamente- presente en todos menos uno: lleva tres tantos y cuatro asistencias, mientras que Romero fue protagonista en cuatro de ellos, con tres goles y una asistencia. Solo en el cuarto gol ante Unión -pase de taco de Julián Álvarez y definición de Paulo Díaz- no se anotaron los delanteros.

El cuadro de Núñez se ilusiona cada vez más con estos dos y sueña con que esa dupla letal sea una de las principales artífices de levantar la quinta Copa Libertadores y tercera del ciclo Gallardo.

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