Un empate agónico le dio una última chance a Argentina de ir al Mundial
Ya estaban afuera del torneo, pero en la última acción del partido, a los cinco minutos de descuento, Lautaro Martínez puso el dos a dos ante Brasil, que deja con vida todavía a los de Ubeda para pelear por uno de los pasajes a Corea.
Nadie puede dudar que los chicos de Ubeda son los nuevos Caballeros de la Angustia, porque se repitió la historia de presentaciones anteriores, para festejar con el último aliento, y encima, el dos a dos frente a Brasil dejó con vida a la Selección Argentina en la competencia, aunque depende poco menos que de un milagro para arrebatarle a Brasil, Ecuador o Venezuela, uno de los pasajes para ir al Mundial de Corea.El partido empezó con viento en contra para la Selección Argentina. Porque a su confusión futbolística inicial se unió la contundencia de Brasil para pegar el grito en su primera llegada. Encima, fue en una jugada en la que volvieron a aparecer los errores de la última línea albiceleste, porque tras un pelotazo frontal, en la puerta del área no estaban los centrales, el lateral por la derecha, Molina, cerró con imprecisión, y esas circunstancias, más la falta de reacción del arquero, le dejaron servido en bandeja el gol a Richarlison, quien había hecho la diagonal de izquierda hacia el centro, y terminó definiendo desde el piso.Luego del papelón futbolístico ante Ecuador, Claudio Ubeda hizo cirugía mayor, porque modificó el esquema táctico y metió cinco cambios para enfrentar a Brasil.Por los antecedentes que traía en esta competencia, se pensaba que ese gol en el arranque del clásico podía ser un golpe de nocaut para los dirigidos por Ubeda, que tardaron en reaccionar, más allá de unos tibios intentos de Romero (con un cabezazo) y Foyth, con un remate desde afuera del área.Encima, en el contraataque, Brasil dejaba sus heridas, porque tuvo el segundo en un cabezazo de Léo Santos, que sacudió el travesaño, y después salvó al equipo argentino una posición adelantada de Maycon, cuando el balón terminaba en el fondo del arco. El panorama era negro en esos primeros veinte minutos. Argentina no podía perder, porque ello lo dejaba fuera de carrera por el pasaje al Mundial. Y de a poco, la luz de esperanza empezó a surgir en los pies de Mansilla, que sin posición fija hacía daño con sus gambetas y los desbordes, para jugar y hacer jugar a sus compañeros. Primero, el jugador de Racing mandó un centro a la cabeza de Martínez, pero la pelota murió en las manos de Lucas Perri.Brian Mansilla, el delantero de Racing que anotó el tanto albiceleste del empate 1-1, tuvo que salir antes del cuarto de hora del complemento por un golpe.Hasta que Mansilla la luchó por la derecha, y ganó un tiro de esquina. De esa acción de pelota parada, llegó el empate, porque Romero la bajó de cabeza y el propio Brian Mansilla la empujó a la red.En el final del primer tiempo, hubo una acción clarísima para los de Ubeda, porque Lucas Rodríguez ganó la cuerda por la derecha, metió el centro como una puñalada, al corazón del área, y Mansilla empujó con convicción, pero la pelota se fue besando el palo izquierdo.¡Qué cobrás referí!En el complemento Argentina se fue pinchando, de a poco, y Brasil lo aprovechó. Avisó con una proyección de Guilherme Arana, y festejó después de la sanción de un polémico penal (por un típico "agarrón") para que Felipe Vizeu ponga el dos a uno. Parecía que era el final. El adiós, pero apareció como un fantasma en el área Lautaro Martínez y la Selección Argentina se guardó una vida más, para el desenlace del hexagonal final, el sábado, aunque necesita golear a Venezuela o recibir una mano extra en los otros partidos.
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