Una victoria para mal de nadie

El KO que le propinó el catamarqueño Miguel "La Joya" Barrionuevo al chubutense Adrián "Chucky" Verón el sábado pasado en el club San Lorenzo, en la denominada "Pelea del año" en nuestro país, permitió descubrir muchas más cosas que si hubiese durado los 10 rounds, o se hubiera detenido como se imponía reglamentariamente.
Todos -o casi todos- sabíamos que La Joya Barrionuevo le iba a ganar al Chucky Verón, aunque se la haya denominado "la pelea del año".Sabíamos -o suponíamos- incluso que lo iba a noquear. Se ignoraba cuándo y cómo, si sería arriba o abajo, paliza mediante o no, o si iba a haber alguna situación de zozobra previa. Pero quien más, quien menos, había coincidencia en el pronóstico, habida cuenta de los momentos de cada cual, y de la sospecha de que el Chucky tenía una fragilidad aún no descubierta.Sin embargo, hasta el momento del KO en el 6° con las primeras dos buenas manos que llegaron a destino -zurda y derecha al oído y al mentón respectivamente, en swing y en cross- el match tenía una cierta paridad poco pensada. Es más; dentro de la lógica, Verón tuvo una mejor versión de sí mismo que Barrionuevo.Y esto es un toque de atención para un hombre que quiere una chance internacional, en una categoría como la welter -es campeón argentino y lo retuvo ante el santacruceño-, donde abundan los mejores exponentes mundiales. ¿Está para ellos como pretende y como le prometió su mánager? (NdeR: el campeón welter CMB, donde está rankeado 10°, es Keith Thurman).Es que La Joya subió sin plan A, B, ni C, o mejor dicho, su único plan era acertar alguna mano, porque también él sabía que conforme lo hiciera, se terminaba la pelea.La pregunta es si esto lo sabían el Chucky y su gente. De ser así, doble mérito para ellos por agarrarla, pues por más que el que arriesgaba en teoría era el catamarqueño -que peleó de visitante y bajo organización del promotor rival-, Verón era el más débil, el que llevaba las de perder, y sólo podía apostar a una mano neta, para ver lo que pasaba con la resistencia de Barrionuevo. Pero era un bingo.Sólo entró un cabezazo en el 4°, que le abrió una tremenda herida bajo la ceja derecha a la Joya y le puso dramatismo a una pelea que prometía más, agregándole una dificultad extra al catamarqueño, que debió sortear. Una prueba de temperamento -si se quiere- que aprobó.Lo cierto es que lejos estuvo de ser el combate del año. Sí fue uno de los KO del año, y eso salvó la noche y la actuación de Barrionuevo. Pero dejó certezas insoslayables, porque gracias a ello muchas cosas quedaron crudamente claras.Por empezar, que Verón no está para el máximo nivel, y que irse a USA a entrenar con Miguel Díaz es un mito para la gilada, a la que se pretende engañar con el verso de que "entrenamos con sparrings de gran nivel", sin dar siquiera un solo nombre.
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