Continuamos con el análisis de la publicación anterior; hace dos años, menciona Willett, publicamos un artículo que examinaba el consumo de aceite de oliva en EEUU en relación al riesgo de cardiopatías y mortalidad; se observó mejor salud con más aceite de oliva en la dieta, pero también lo observamos con el de soja y canola.

Si la mitad del tiempo se sigue la dieta media estadounidense —que contiene mucho almidón refinado, azúcar, carne y productos lácteos— obtendrá la mitad de beneficios de dieta mediterránea. Si quiere obtener todos los beneficios, seguir un patrón dietético saludable la mayor parte del tiempo. A nosotros, acostumbrados a un patrón mediterráneo, volver al patrón de EEUU, nos repugnará un poco; si alguien come un buen trozo de carne roja, en ocasiones especiales, tampoco pasa nada.

Principales ideas falsas sobre la dieta: La principal es que toda la grasa es mala y hay que evitar la dieta mediterránea; antes se creía esto, y se incluyó en las directrices dietéticas; el concepto ha cambiado, pero aún quedan vestigios.

 La dieta durante la adolescencia parece ser particularmente importante para el riesgo de cáncer en etapas posteriores, y más importante que lo que comemos en mediana edad.

Impacto de nuestras dietas en sostenibilidad medioambiental y cambio climático, que es una cuestión existencial; en esto es bastante buena, porque se basa principalmente en las plantas; 

También estamos profundizando en frutas y verduras, pueden tener efectos diferentes, algunos especialmente importantes para prevenir el cáncer de mama. Un ejemplo que dio, es que podemos tener problemas en comer demasiadas espinacas, beneficiosas para la salud, pero pueden provocar cálculos renales por alto contenido en oxalato; en EEUU hojas verdes es sinónimo de espinacas.

El primer paso en la adopción de esta dieta, es que disfrutemos lo que comemos, sino no la seguiremos. Yo sugeriría empezar por las partes que nos gustan, y a partir de ahí añadir más variedad, y métodos de preparación. Y añadió: Por ejemplo, a la plancha, asadas o añadidas a las ensaladas. Las grasas saludables son importantes, el aceite de oliva virgen extra es un núcleo central de la mediterránea tradicional; existen muchas variedades y sabores; probar muchos para encontrar alguno que se adapte a nuestros gustos.

Bajo la mirada del experto, otros aceites vegetales líquidos también pueden ser saludables, y también se pueden explorar; es posible que desee otros diferentes para aliñar ensaladas o para saltear las verduras. También vemos que los frutos secos son especialmente saludables, y hay muchos tipos con distintos sabores, así que piensen en ampliar su uso, como en el desayuno, en ensaladas y como alternativas a la carne en platos combinados. Éstos son algunos puntos de partida: Básicamente, animo a las personas a aventurarse.

“Cuando un ser querido se convierte en un recuerdo, la memoria es un tesoro” 

Jaime Sabines