Razón crítica
Federalismo y política
El federalismo es una forma de organización política consistente en establecer una alianza entre comunidades con el fin de unir realidades diferentes. Es la mejor forma de integrar una pluralidad de entes que quieren aliarse en beneficio del conjunto y de cada una de las partes. Existen muchas definiciones de federalismo, y todas se parecen.
La solución federal responde a la necesidad de los pueblos y comunidades diversas de mantenerse juntos para conseguir un fin común al tiempo que se preserva la identidad de cada uno de ellos. Es el proceso por el que un conjunto de pueblos decide construir instituciones comunes para fortalecerse mutuamente y respetarse en lo que les distingue. Un modelo federal puede adoptar formas variadas, siempre con un denominador común: el encaje del autogobierno de las partes en un gobierno compartido por todas ellas (Fuente: Victoria Camps para www.eldiario.es https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/federalismo_129_4010036.html).
Argentina tiene en el federalismo uno de sus pilares fundamentales. Es decir, que nuestro país se erige sobre la doctrina política mediante la cual distintos Estados o naciones se agrupan en uno solo, cuyas leyes comunes rigen para todos, dado que la soberanía del conjunto le es otorgada. Al mismo tiempo permite a los estados federados contar con leyes propias y con un importante margen de autonomía. A los Estados conformados de esta forma se les conoce como Estados federativos o Naciones federativas. En tanto sistema de gobierno, el federalismo propone la negociación entre poderes locales y el manejo descentralizado del Estado, a través de la convivencia de dos tipos de poderes: los poderes locales o regionales de cada organismo federado, y los poderes generales o federales que rigen al conjunto. Esta división abarca a todas las ramas del poder público: ejecutivo, legislativo y judicial (Fuente: https://concepto.de/federalismo/#ixzz8SfgZXpux).
¿Qué dice nuestra Constitución Nacional? Art. 121.- Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación.
Visto en consideración lo planteado en los párrafos anteriores, queda claro que el federalismo toma forma de piedra angular a la hora de ejercer la praxis política. En este sentido, ningún gobierno central tiene la autoridad de arremeter contra las provincias de nuestro país en base de agresiones, aprietes o estrategias políticas de carácter fiscal.
El consenso y la negociación deben ser los métodos para transformar la realidad de las personas y aún más en diálogo con los gobiernos provinciales. Argentina se encuentra en una situación de plena crisis que no amerita estos embates entre el Presidente y los gobierna dores. El poder central no es megalómano y cualquier cobro de transferencias discrecionales o pagos de deudas internas deben negociarse y llevarse adelante sin perjudicar a los ciudadanos del interior del país.
En fin, Argentina no está para remitir la administración pública a lo que fueron aquellos tiempos de unitarios vs federales. El país necesita racionalidad, diálogo, consenso y pragmatismo político para resolver los problemas de los ciudadanos.
Julián Lazo Stegeman