Retratos Íntimos
Gustavo Briosso. Docente, referente en deporte y discapacidad
Mi gran desafío y el trabajo de toda mi vida ha sido por los derechos de las personas con discapacidad y seguir luchando por eso.
Nací en Gualeguay, Marta y Pedro son mis padres, tengo un hermano, Joaquín. Tuve un año que me fui a trabajar afuera pero luego volví a esta ciudad porque me encanta esta ciudad y me gusta también trabajar y pelear por los derechos acá.
Hice toda mi primaria y secundaria en Gualeguay, además del profesorado en educación física. Me fui en 1995 a trabajar de profesor en Paraná y después volví porque extrañaba estar acá. Tenía profesores amigos, Eduardo Chiozza y Jorge Bulo, que me invitaron a retornar y trabajar junto a ellos. Dado que ya había estado junto a ellos cuando era estudiante, me invitaron a realizar proyectos. Así que volví a la ciudad, puse la escuela de fútbol, trabajé en gimnasia deportiva con Jorge y ahí empezó todo lo referido a mi vida de profesor acá en la ciudad. Además continué jugando al fútbol como toda mi vida, fanático de Bancario hasta el día de hoý, de hecho hace dos días estuve en la cancha. En definitiva, toda mi vida tiene que ver con el deporte y está metida en éso.
De chiquito mis padres trabajaban y yo me la pasaba en el Centro de Educación Física todo el día. También en esa época yo vivía en la zona entre Gualeguay Central y Sportiva así que me la pasaba jugando allí con los chicos del barrio. Pero como te decía, muchas horas en el Centro con todos los profes de aquel momento que todo el tiempo estaban enseñándome cosas nuevas y allí iba aprendiendo. Estaba metido en el handball, en la gimnasia, en el vóley o en todo lo que estaban dando clase. Toda mi infancia fue con el deporte. Además, en esa época no existían las tecnologías que hay ahora así que tener una pelota era el mejor regalo y estábamos haciendo deporte todo el día. Estamos hablando del momento en el cual el televisor era en blanco y negro y no había muchos canales, estaba la repetidora de Rosario y no teniamos todas las tecnologías que, por ejemplo, tienen los chicos hoy y que por ahí éso hace que éstos no vayan tanto hacia los deportes.
Yo estaba estudiando educación física y en ésa época, yo estaba en cuarto año, podíamos elegir materias optativas. Entonces yo junto a un grupo dijimos que queríamos algo relacionado a discapacidad. En ese momento, a la que era directora de Lucecitas en aquel entonces, se la llamó para que nos dieran una materia sobre discapacidad. Te estoy hablando del año 1994 que todavía no se hablaba en profundidad de este tema. En aquel año discapacidad en Gualeguay era sólo Lucecitas. Si bien ya se estaba trabajando con las escuela de sordos y ciegos, ésta no tenía una sede, estaba por crearse. Acá en la ciudad todo lo que tiene que ver con los que nos formamos en discapacidad está ligado a Lucecitas y con la familia Amado. La directora de aquel entonces comenzó a darnos una materia que tenía que ver con discapacidad e íbamos a cursar y a hacer las prácticas allí en la institución. Así fue que me empezó a gustar cada vez más. Después bueno, dado mi fanatismo por el deporte, me especialicé en fútbol, hice capacitaciones con todo lo que tenía que ver con él y, también, con gimnasia deportiva.
Después de, como te contaba, volver de Paraná, en 1996 salen a concurso unas horas en la Escuela León Martinelli para sordos y ciegos y allí consigo trabajo. Así que el 10 de marzo de 1996 comienzo a trabajar en esa institución. De ahí en más, seguí con el fútbol, con las escuelas y comencé a ver ciertas cosas tales como que a los chicos de la León Martinelli, a diferencia de otros estudiantes míos, los veía en la escuela y luego no en otros lugares. Entonces ahí me empecé a movilizar, a ver qué pasa porque ellos me decían que querían hacer deporte. Entonces dije: “algo hay que hacer, algo tengo que hacer con ellos”. Así empezamos a andar, a participar en encuentros. De todas maneras no encontraba aún la forma de lograr algo más firme más que un conjunto de voluntades para ir ganando cada vez más espacios para los chicos.
En el 2004, el profesorado de educación física de Gualeguay crea la materia “actividad física y deporte para personas con discapacidad” y me llaman a mí para trabajar ahí. Allí empezamos con el voluntariado, venimos de la Vuelta a Entre Ríos en bicicleta, que es uno de los proyectos que empezamos a crear desde el profesorado, que lo hacemos con Maxi Gómez.
Pero como te digo, lo más movilizante fue ver a los demás chicos, los demás alumnos de las escuelas haciendo deporte y los chicos con discapacidad no tenían ese espacio. Eso fue lo que me llevó a involucrarme más y luchar aún más también.
Mi lucha es para que todas las personas puedan tener los mismos derechos y los mismos accesos para realizar deporte. Eso lo fui aprendiendo con el tiempo. Uno comienza a formar vínculos con las personas. A mi me encanta practicar deporte y ver que un chico con discapacidad que tenía las mismas ganas que yo pero no tenía el lugar y no lo podía realizar me llevó a trabajar y a poder crear cosas para que ese chico pueda hacerlo.
Me encantaría que todo ésto perdure y siga y si yo pudiera dejarle algo, bienvenido sea. Sí sé que hay un antes y un después en Gualeguay con el tema del deporte adaptado. Antes cuando yo empecé a trabajar en la escuela no había, sólo estaba el deporte que dábamos los profes dentro de la institución. Después, en 2004, dimos esa vuelta a Entre Ríos en bicicleta con Maxi e hicimos que se creara el Equipo Deportivo Adaptado y de ahí en más fue todo un cambio. Lo hacíamos nunca pensando en lo que íbamos a lograr ahora, sino que, por ejemplo, la Vuelta a Entre Ríos tuvo que ver con algo más social de Maxi, sobre la salud y con un objetivo que pusimos para la escuela y después terminó en todo ésto. Nuestro objetivo siempre fue que las personas con discapacidad puedan realizar deporte, nada más.