Resumen del vuelo Starship IFT-4 del 27 de mayo
Otro paso hacia las estrellas
l martes 27 de mayo a las 20:30 (hora argentina), la empresa SpaceX realizó el noveno vuelo de prueba de su sistema Starship, el vehículo más potente y ambicioso jamás construido. Aunque la misión no culminó de forma completamente exitosa, representó un nuevo paso firme en el desarrollo de cohetes reutilizables, clave para las futuras misiones a la Luna y Marte.
Un despegue impecable
El lanzamiento se realizó desde Starbase, la base que SpaceX posee en Boca Chica,
Texas. El sistema completo Starship, compuesto por el propulsor Super Heavy (etapa
inferior) y la nave Starship (etapa superior), despegó sin inconvenientes, impulsado por
33 motores Raptor, alcanzando una potencia sin precedentes.
Problemas durante el regreso
Uno de los objetivos principales era probar maniobras de retorno y reutilización. Sin
embargo, el propulsor perdió estabilidad durante el descenso y terminó desintegrándose
antes de amerizar. La nave Starship, por su parte, alcanzó más de 200 km de altitud.
Durante el vuelo orbital realizó varias pruebas, incluyendo un despliegue simulado de
satélites (que también falló). Pero durante la reentrada atmosférica sobre el océano
Índico, una fuga de oxígeno líquido en uno de los tanques provocó la pérdida de control.
La nave comenzó a rotar violentamente y se desintegró debido a las altas temperaturas,
sin lograr un amerizaje controlado.
Un fracaso útil
Aunque ambas etapas fueron destruidas, SpaceX considera este tipo de vuelos como
ensayos tecnológicos esenciales. El objetivo es avanzar mediante pruebas reales,
recoger datos, identificar fallos y mejorar constantemente. Entre los logros de esta
misión se destacan:
-La separación limpia de etapas.
-La activación exitosa de nuevos sistemas de control de actitud.
-El rendimiento de los escudos térmicos y sensores durante la reentrada.
Además, este fue el primer vuelo en reutilizar un propulsor Super Heavy (B14),
marcando un hito en la estrategia de reutilización total.
Camino a la Luna y más allá
Starship es el sistema seleccionado por la NASA para llevar astronautas a la superficie
lunar en el marco del programa Artemis III. También forma parte de la visión de Elon
Musk para crear una infraestructura espacial que permita misiones tripuladas a Marte y
la eventual colonización del planeta rojo.
Conclusión
El vuelo IFT-9 mostró que, aunque aún falta camino por recorrer, el desarrollo de
Starship avanza con firmeza. En exploración espacial, los errores enseñan tanto como
los éxitos, y cada vuelo entrega datos cruciales. SpaceX ya anunció que el próximo
ensayo podría realizarse en sólo unas semanas. Desde la Tierra... mirando al cielo,
seguimos de cerca estos pasos históricos hacia el espacio profundo.
por Diego Larrosa De Zan - Divulgador Científico (col. IASC/NASA)