La economía que viene, en clave ambiental
La Cumbre Mundial del Cambio Climático y el futuro del petróleo y el carbón.
Las negociaciones que en estos días están teniendo lugar en la COP21 son de índole política, eso es claro. Pero lo que subyace detrás de las posturas que defienden los 195 países que se reúnen aquí en París son decisiones netamente económicas. En este sentido, es posible afirmar que lo que se está definiendo actualmente en la capital francesa es nada menos que la economía global que se viene.Y en esta economía hay un recurso para el que ya no hay lugar: los combustibles fósiles. Así, sea en los eventos o en los pasillos de este centro de exposiciones, descarbonización es el concepto que parece buscar imponerse.En esta línea, las partes intentan promover la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles, tan populares alrededor del globo.Solo en los Estados Unidos, el monto que se destina a apoyar la producción de petróleo, gas y carbón alcanza los u$s 24.226 millones anuales; mientras que en Japón asciende a los u$s 19.765 millones y, en Gran Bretaña, a los u$s 14.562. Sumados los países del G7 y Australia, el monto gastado anualmente es de u$s 80 mil millones.Ya en el primer día de la COP21, el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key -encabezando una coalición de 40 gobiernos, el Grupo de Corporaciones Líderes del Príncipe de Gales (que reúne a 23 empresas globales que emplean a dos millones de personas mundialmente y cuyos ingresos combinados superan los u$s 170 mil millones), y otras organizaciones empresariales y no empresariales- hizo un llamado a la comunidad internacional "para aumentar los esfuerzos tendientes a eliminar gradualmente los subsidios perversos a los combustibles fósiles mediante la promoción de la transparencia política, la reforma ambiciosa y el apoyo específico a los más pobres".Durante el anuncio, en que presentó formalmente el Comunicado a la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, Christiana Figueres, el mandatario enfatizó que los más de u$s 500 mil millones que los gobiernos gastan al año para mantener los precios internos del petróleo, el gas y el carbón "artificialmente bajos", podrían conducir a una reducción del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2050. En este sentido -profundizó-, se estima que más de un tercio de las emisiones globales, entre 1980 y 2010, respondieron a dichos subsidios, por lo que, su eliminación, representaría una séptima parte del esfuerzo necesario para alcanzar la meta de limitar el aumento de la temperatura promedio global a menos de 2°C.Paralelamente, y de acuerdo a la Jefa de Estado de Noruega, Erna Solberg, esto podría conducir, además, a la liberación de fondos para la educación y las energías renovables, entre otros.La otra cara de esta moneda, como apuntó el Primer Ministro sueco Stefan Löfven, es la fijación de precios al carbón. Este es un tema que también fue abordado por los mandatarios de Francia, Alemania, Chile, Canadá, Etiopía y México, en conjunto con los líderes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aquí, el mensaje, dirigido tanto a empresas como a gobiernos, fue claro: "Comiencen a poner precio a la contaminación del carbón como llave para combatir el cambio climático y transformar la economía global"."El objetivo es establecer, en forma gradual, un precio al carbón lo suficientemente alto en todo el mundo como para fomentar un mejor comportamiento", fueron las palabras que utilizó el presidente francés François Hollande para referirse a este tema, en tanto Justin Trudeau, recientemente asumido Primer Ministro de Canadá, destacó: "Tenemos que poner un precio al carbón para dar una señal clara de hacia dónde vamos y cuáles serán las externalidades. La reducción de la huella de carbono no solo es bueno para el ambiente, sino también para la economía y las generaciones futuras".En consonancia con estas declaraciones, los gobiernos de México, Alemania, Francia, Chile y California, junto con cerca de 90 empresas internacionales y ONGs, lanzaron esta semana la Coalición de Liderazgo en Precios al Carbón (CPLC, por sus siglas en inglés). ¿Su finalidad? Recopilar y compartir políticas de fijación de precios al carbón exitosas, movilizar el apoyo de empresas para incrementar la acción, y convocar diálogos de liderazgo en todo el mundo para hacer frente a los desafíos políticos que impidan la ampliación de su uso."Un resultado exitoso de las negociaciones sobre el clima en París enviará un mensaje poderoso de que las naciones pueden trabajar juntas por el bien del planeta. El precio correcto al carbón debe estar en el centro de este esfuerzo. De hecho, dada la caída de los precios de la energía, nunca ha habido un mejor momento para hacer una transición a una fijación de precios al carbono inteligente, creíble y eficaz. Los responsables políticos deben fijar el precio correcto, gravarlo de manera inteligente y hacerlo ahora", señaló, al respecto, Christine Lagarde, Directora del FMI.Algunos datos adicionales en relación con estos temas (presentados por expertos del FMI y el Banco Mundial):- Más de 60 jurisdicciones nacionales y sub-nacionales están fijando precios al carbón en la actualidad, lo que representa 12% de las emisiones mundiales de GEI (7GtCO2eq)- Casi US$ 50 mil millones es el valor anual de los instrumentos aplicados- Más de 1000 empresas anunciaron que están aplicando precios internos al carbón o que tienen la intención de hacerlo en los próximos dos años- 435 compañías globales utilizan, hoy, precios internos al carbón, mientras que solo 150 lo hacían en 2014. Estos van desde US$ 5 para GM o US$ 15 para Essar Oil a US$ 50 para Vale y US$ 150 para Enbridge- Más del 90% de los subsidios energéticos no van a los hogares y empresas más vulnerables, por lo que este es un mecanismo ineficiente para ayudar a los más pobres.
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